El certamen supone una inversión de 60.000 euros y se pondrán a la venta cien kilos La ración de cien gramos de angula, acompañada de pan y vino, costará 40 euros
11 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El Concello tudense ofrecerá este domingo la última oportunidad del año para disfrutar del oro negro del Miño. Será en el marco del «Festival Popular do Meixón», que llega a su decimonovena edición como protagonista culinario de la programación de las Fiestas de San Telmo, de Interese Turístico. La tradición del certamen sopesa sobre la carestía del producto estrella del Miño. Así, aunque se servirán quinientas raciones menos, el Concello apuesta por su continuidad, aún reconociendo que «é un luxo porque é un festival moi caro», según manifestó el edil de Cultura, Moisés Rodríguez. Lo cierto es que la fiesta gastronómica, en la que se pondrán a la venta mil raciones o, lo que es lo mismo, cien kilos de angula, tendrá un coste de 60.000 euros, que afrontará el Concello con la colaboración de la Diputación, Turismo Rías Baixas y los establecimientos Froiz y Haley. La empresa de restauración de Jorge Lorenzo será la encargada de preparar las raciones en la carpa que estará instalada en la calle Compostela. Las reinas de las fiestas patronales presidirán en esta ocasión la inauguración del encuentro gastronómico, que abrirá sus puertas a las once y media de la mañana. El precio de la ración, que incluye cien gramos de angula, cazuela conmemorativa, pan y vino Remesal servido en catavinos, es de cuarenta euros. La escasez de producto mantiene en vilo al sector. Sin embargo ellos son los que están viviendo más directamente el declive de la especie. La angula sólo apareció este año tras cuatro lunas, dándoles una tregua a los pocos pescadores que salieron. Según confirmó el presidente de la Cooperativa de Pescadores del Miño (Copesmi), Fernando Ferreira, la media por embarcación y luna (de siete noches y seis horas de trabajo por jornada), fue de entre 600 y 1.000 gramos por embarcación, pero, en marzo, y con el mínimo de embarcaciones faenando, llegaron a capturarse 3 kilos. Descanso La regeneración de la especie pasa por un descanso programado, según el sector y por el saneamiento integral del río. De hecho, de los 500 pescadores con licencia de las dos riberas del Miño, salieron menos del diez por ciento en la última luna nueva en busca del escurridizo manjar. La temporada de angula cerró este año un mes antes, sin esperar a la habitual última luna nueva de abril, que solía coincidir con el «Festival do Meixón». Esta medida fue acordada entre los propios pescadores y la Comisión de Límites para intentar precisamente potenciar la regeneración.