La ministra de Sanidad, que ayer inauguró las obras de reforma, tilda de ejemplar el complejo Chaves y Culleredo tendrán también instalaciones para atender pacientes de los dos países
04 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.La ministra de Sanidad, Elena Salgado, acompañada por la conselleira y las autoridades locales, inauguraron ayer las nuevas instalaciones de la comunidad terapéutica Alborada de Tomiño. La reforma integral ha supuesto una inversión de 506.000 euros, cofinanciada entre la Unión Europea y la Xunta de Galicia, y ha posibilitado «dotar a las drogodependencias de un entorno adecuado para efectivizar el tratamiento», según explicó el director de programas de los centros Alboradas, Jesús Cancelo. Las nuevas obras convertirán al centro en el primero de una red transfronteriza en el que se atenderán a pacientes extranjeros, primordialmente de Portugal. De hecho, se prevé la construcción de otro centro en el país luso, en concreto en Chaves, junto a otro en Culleredo. Esta comunidad, único centro terapéutico de estas características de toda la provincia, fue puesto como referencia por la ministra que no dudó en afirmar que «Galicia es un excelente modelo de atención a la drogodependencia y Alborada, un ejemplo», según Elena Salgado. La reforma del inmueble, de 25 años, fue asumida por la Consellería de Sanidad y los trabajos para «dignificar las instalaciones» duraron dieciocho meses y afectaron a todos los servicios y dependencias del inmueble, como la fachada, las habitaciones, el saneamiento, los accesos y el jardín. Durante estos años, más de 1.400 pacientes, dependientes de heroína y cocaína principalmente, se han tratado en esta institución, integrada en el Plan de Galicia sobre Drogas en el ámbito asistencial. Disponen de treinta camas que, en la actualidad, están al cien por cien, con lista de espera. El equipo terapéutico trabaja «encaminadas a que los pacientes puedan superar su relación con las drogas, tomar conciencia de sus problemas, recuperar su salud física y mental, ser autónomos y ocupar su lugar como ciudadano responsable».