Los celestes querían que el cuadro luso pagase los intereses por la negociación de los pagarés
24 ago 2007 . Actualizado a las 16:32 h.Las negociaciones por Borja Oubiña están en punto muerto. Cuando parecía que Lisboa sería el destino del canterano vigués, el Benfica decidió retirar la oferta ante las reiteradas exigencias del Celta.
El disconformidad estriba en los intereses que el conjunto vigués tendría que pagar para negociar los pagarés del cuadro portugués. El Benfica pretendía en un primer momento pagar los 10 millones de euros en cinco años, aunque al final accedía a hacerlo en cuatro. El primero de ellos sería al contado y los tres restantes (en agosto de los años 2008, 2009 y 2010) mediante pagarés. En Praza de España -según el representante del jugador- pretenden que los intereses bancarios que generen esos pagarés sean abonados también por el Benfica, algo a lo que no parecen dispuestos los lisboetas que a última hora de la tarde hicieron un comunicado indicando que retiraban la oferta por Oubiña «por ser inaceptables las condiciones de pago que pide el Celta». En Lisboa apuntan que ahora el equipo de Camacho pretende contratar a Luccin, el jugador del Atlético de Madrid con pasado en Vigo.
Horas antes lo había hecho el Manchester City que no estaba dispuesto a esperar más y que además conocía las preferencias de Borja Oubiña por enrolarse en el proyecto de José Antonio Camacho.
Todo en un día que amaneció con pinta de despedida para el todavía jugador celeste. Por la mañana entrenó con normalidad con los célticos y después compareció en rueda de prensa con la mesura acostumbrada pero también apuntando pinceladas de su futuro. Su cara además no disimulaba que había un cambio de escenario.
En A Madroa no era un día cualquiera, porque la prensa portuguesa enseguida tomó posiciones. En declaraciones que recogían los rotativos lusos en sus páginas a mediodía daban cuenta de los deseos de Borja. «Benfica é um dos maiores de Europa», podría leerse en A Bola en una frase atribuida al vigués.
Pero todo cambió radicalmente por la tarde. El propio futbolista admitía después del entrenamiento vespertino que la situación estaba muy difícil y que estaba mucho más cerca de debutar el domingo en Segunda que de jugar en el Estadio da Luz ante el Vitoria de Guimaraes este fin de semana.
A última hora era Lito Míguez, su representante quien daba cuenta de que las negociaciones estaban rotas. Señalaba las reiteradas exigencias del Celta como el motivo que habían llevado a los lisboetas a romper las negociaciones y admitía que el Manchester tampoco estaba en el mercado. «En estos momentos las negociaciones están muertas y tendrá que ser el Celta quien mueva ficha», comentó mientras se preguntaba en dónde quedaba el anuncio de que el club sería comprensivo con Borja para su salida.
Otras ofertas
Lito Míguez ya había denunciado con anterioridad que el Celta había rechazado todas las ofertas concretas que habían ido llegando por el canterano desde la Liga española. Villarreal y Zaragoza habían participado de un modo activo en la puja sin éxito.
Indicó el agente que nunca en su vida un club había reclamado una cantidad neta «pero el Celta quiere 10 millones netos por Borja cuando el Madrid va a pagar a Robben en cinco años».
Desde el Celta se ha apostado un día más por el silencio, de hecho Ramón Martínez declinó hablar del asunto a instancias de un periodista luso en el acto de presentación de Vitolo y Mario Suárez. La dirección del equipo se ha remitido a una comparecencia pública en el día de hoy para dar su punto de vista.