La arquitecta se convierte en la nueva gerente municipal de Urbanismo.
03 sep 2007 . Actualizado a las 12:47 h.La nueva gerente municipal de Urbanismo, la arquitecta Julia Chamosa, se incorpora hoy a su puesto tras ser nombrada por el consello de la Gerencia hace varios días. Chamosa llega a este crucial organismo con la misión fundamental de culminar la tramitación del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), que se encuentra pendiente de modificaciones para su aprobación.
La elección de la nueva gerente ha estado desprovista de la tensión que rodeó hace cuatro años la de su antecesor, el también arquitecto Javier Rivas. Chamosa fue propuesta por el PSOE una vez obtenido el visto bueno de los nacionalistas, que no pusieron objección alguna. En estas condiciones el consello convocó el concurso que establecen los estatutos, aunque su elección estaba cantada.
Precisamente este hecho ha puesto sobre la mesa la necesidad de modificar las normas que rigen el funcionamiento de la Gerencia. Inicialmente el gerente de urbanismo era nombrado por el alcalde, aunque tenía que ser refrendado por la Gerencia. Posteriormente se modificó el sistema a fin de que los aspirantes presentaran sus candidaturas. En la práctica todo sigue igual y la prueba es que esta vez Julia Chamosa fue la única candidata.
Recelo de los expropiados
Antes de llegar a la Gerencia Chamosa ocupaba la presidencia del jurado de expropiación de Galicia. Esta circunstancia llevó ayer a los afectados por las expropiaciones del puerto seco de Salvaterra-As Neves a calificar de «sospechoso» su nombramiento. Consideran que Abel Caballero (presidente del puerto vigués y por tanto impulsor de la plataforma logística de Salvaterra antes de llegar a la alcaldía) «foi claramente favorecido pola decisión do tribunal que presidía Julia Chamosa ó respecto do fallo emitido sobre o xustiprezo», considerado «escandalosamente baixo» por los expropiados.
A partir de ahora la gerente deberá impulsar el proceso destinado a que el nuevo Plan General pueda entrar en vigor en el plazo de unos meses, de acuerdo con el compromiso público del alcalde y la concejala de Urbanismo. Ambos mantienen que el documento debe ser aprobado definitivamente antes de final de año, algo realmente difícil ya que faltan menos de cuatro meses.
Para ello será preciso introducir las modificaciones reclamadas por la Xunta y otras planteadas por el PSOE, refundir el documento y tramitarlo en el pleno. El BNG defiende que se cumpla el citado plazo.