El centro comercial de A Laxe anunció ayer que abrirá sus puertas al público el próximo mes de noviembre, con una oferta de más de 40 tiendas y establecimientos de ocio y restauración en su interior. De los 12.768 metros cuadrados destinados a superficie comercial, el promotor de la obra, Zona Franca de Vigo, sólo mantiene sin adjudicar 400 metros, correspondientes a dos locales preparados para albergar restaurantes.
La puesta en marcha del centro incluye la apertura al público de una pasarela metálica que unirá la Estación Marítima con A Pedra y que servirá de pasillo de entrada a la ciudad para los cruceristas, así como de nuevo acceso al puerto para los viandantes desde la Porta do Sol y la Colegiata.
Planta baja
En la planta baja se han habilitado hasta 19 locales comerciales. El mayor espacio será ocupado por la multinacional de la electrónica MediaMarkt, que abrirá en A Laxe su primera tienda viguesa. Juguetería, joyería, negocios de regalos, cafeterías, vinoteca y un centro de artesanía completan la oferta.
En la primera planta, que contará con acceso directo desde la mencionada plataforma peatonal, otra veintena de establecimientos están ultimando su apertura. Este piso dispondrá de zapaterías, tiendas deportivas y locales dedicados a la moda textil y complementos. La más emblemática será la que ocupe la firma Adolfo Domínguez, que reunirá en A Laxe todas las líneas de esta marca gallega.
La segunda planta guardará un espacio para un gimnasio SPA y varios locales dedicados a la restauración y el ocio. Zona Franca espera que las terrazas mirador del centro comercial se conviertan en un nuevo punto de encuentro ciudadano.
El edificio ha tenido que superar serias dificultades políticas en los últimos años antes de llegar a su conclusión. El centro comercial formaba parte del proyecto Abrir Vigo al Mar. Pero contó con una fuerte oposición de los grupos municipales en los últimos años por su gran volúmen edificable. Zona Franca se negó a renunciar a la obra, que ya había sido tramitada y adjudicada, por la imposibilidad de hacer frente a las indemnizaciones necesarias para anular la actuación.
El edificio se integró en el proyecto de reforma litoral planteado por el hoy alcalde, Abel Caballero, en su etapa al frente de la Autoridad Portuaria, una obra que plantea serias dificultades para su ejecución, por su dimensión y el gran coste que supondría. El centro comercial de A Laxe estuvo paralizado casi dos años y ha precisado otros dos más de obras para su conclusión.