El finés Mikko Hirvonen (Ford) lidera el rali de Gran Bretaña, última cita del año, tras disputarse la primera etapa. Hirvonen acabó por delante de su compañero de equipo y compatriota, Marcus Gronholm, y de Sebastien Loeb (Citröen), por lo que de mantenerse estas posiciones, el francés se proclamaría campeón del mundo.
Hirvonen fue la sorpresa de una jornada que amaneció con el cielo de nubes, con bancos de niebla y con mucho barro sobre la pista, ante lo que los dos contendientes al título mundial decidieron salir con cautela y no forzar un posible abandono que podría acabar con sus opciones a la corona.
Gronholm y Loeb saben que el rali es largo e impredecible, y conocen muy bien las posibilidades matemáticas de cada uno para ser campeón, por lo que ayer realizaron una conducción inteligente y buscaron mantenerse en la pista, aunque a uno de ellos no le bastará esa estrategia.
Los dos campeones del mundo ruedan a un ritmo que supone el 70% de su potencial.
Sordo, en la quinta plaza
El español Dani Sordo (Citröen) es quinto, aunque está bastante lejos del podio. Xevi Pons (Subaru) ocupa la novena posición y está a las puertas de los puntos.
Sordo ayer se lo tomó con calma. El terreno estaba resbaladizo y es consciente de que necesita mantenerse en pista. Pons, por su parte, pudo completar la jornada por lo que continúa con su proceso de acople al Subaru. No está lejos de los puntos.
Hirvonen se hizo con el mejor tiempo en cinco de los seis tramos disputados, mientras que en la quinta especial de la jornada, el scratch fue compartido por Gronholm y Loeb.
En los dos primeros tramos el francés estuvo por delante del líder de Ford, hasta que en el tercer tramo su rival lo superó y poco a poco comenzó a poner tiempo entre los dos, que siempre estuvieron cerca hasta el último tramo de la jornada, en el que el galo perdió más de medio minuto.
Con este resultado el francés sería campeón por cuarta vez. Le basta acabar en el quinto puesto, ese resultado sería suficiente incluso en el caso de que Gronholm consiguiera adjudicarse la prueba británica. El sexto está muy lejos, ya que Mathew Wilson (Ford) está a más de cuatro minutos de Loeb. El margen es cómodo.
«No puedo luchar en estas condiciones, hay mucho barro, la pista está muy peligrosa. Creo que solamente tengo que estar tranquilo y no cometer errores en lo que queda de competición», señaló Loeb.
Gronholm tendrá que arriesgar hoy y buscar el liderato. Los competidores afrontarán la segunda etapa, que estará compuesta de siete tramos sobre un recorrido total de 104,48 kilómetros. La última de las especiales, una superespecial de poco más de un kilómetro comenzará a las ocho de la tarde, hora española.