La presidenta argentina dice que luchará contra la pobreza

A. B.

VIGO

11 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La primera mujer en recibir el mando de manos de su esposo, Cristina Fernández de Kirchner, asumió ayer la jefatura del Estado argentino ante delegaciones de 160 países, tras ganar las elecciones de octubre.

La ya presidenta no pudo evitar lágrimas de emoción, pero intentó disimularlas con una amplia sonrisa. Luego, se abrazó con su marido, de quien recibió el bastón de mando y la banda presidencial. En su discurso ante la Asamblea Legislativa habló de la idea del «pacto social», con advertencias a empresarios y sindicalistas. Aseguró que luchará sin tregua contra la pobreza y habló de profundizar en la política de derechos humanos y en la integración regional.

En el plano de la lucha antiterrorista expresó que no debe implicar nunca la violación de los derechos humanos.

La presidenta elogió a su marido, con el que dijo que comparte «un mismo proyecto político». Hizo mención al conflicto con Uruguay por la papelera de Botnia. Saludó la presencia del presidente Tabaré Vázquez, lo que fue muy aplaudido. También le espetó que fue Uruguay el que violó los pactos, pero dijo que Argentina no profundizará en las diferencias.

Asimismo, tuvo palabras para el Reino Unido, al que llamó «país ocupante» por el conflicto de las Malvinas, y reclamó la apertura de una negociación sobre la soberanía de las islas.

Además, deseó que Dios ilumine a su par colombiano, Álvaro Uribe, para liberar a Betancourt, rehén de las FARC, y, aparte de ofrecer su colaboración, destacó el papel de Francia en la negociación. Terminó diciendo que la guía el ejemplo de Eva Perón, y de las madres y abuelas de la plaza de Mayo.