Utiliza agujas muy delgadas como instrumento de su trabajo. Las inserta y manipula convenientemente para estimular puntos específicos del cuerpo humano con el objeto de restaurar la salud y el bienestar del paciente. Suh Seung Yeul adquirió la técnica de la acupuntura tras seis años de estudios y varios más de prácticas en su país de origen (Corea). Lleva treinta años pasando consulta en Vigo por las tardes (número 84 de Gran Vía) y en Pontevedra por las mañanas. Atiende a una media de quince pacientes diarios. -¿Qué es la acupuntura? -Es una técnica curativa tradicional. El cuerpo humano es como un mundo en pequeño. Al igual que se habla del día y la noche o de la tierra y el mar, en la acupuntura hay dos tipos de energía: yin y yang . La primera es el polo negativo, corresponde a la materia, el agua, el frío; mientras que la segunda es el polo positivo y tiene que ver con el sol, el día, el fuego. -¿Cómo interactúa esa energía? -Existen zonas cutáneas privilegiadas, que guardan relación con los órganos principales del cuerpo y también con las «entrañas». A cada una de estas entidades corresponde un meridiano o trayecto energético externo (por el tejido subcutáneo) y otro trayecto interno que va hacia cada órgano o entraña. Sobre el trayecto de los meridianos se localizan unos puntos de entrada y salida de energía. Con la ayuda de agujas localizadas sobre esos puntos se puede obtener una acción sobre la energía. -¿Para qué enfermedades es efectiva? -En depresiones, problemas traumatológicos, como lumbalgias o en hernias discales, ansiedad, neuralgias, cefaleas, vértigo, tabaquismo, menstruación... Además de aliviar el dolor. -¿Y los tumores? -El cáncer no se suele tratar. -¿En cuántos puntos se pueden pinchar con las agujas? -Se suelen utilizar 365 y cada uno tiene un significado distinto. -¿Alguna anécdota? -Algunos tienen miedo porque confunden las agujas de acupuntura con las de inyecciones. Un paciente me preguntó por qué le pinchaba en una pierna si lo que le dolía era el hígado.