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La biblioteca más antigua de Vigo tiene 33.000 libros

VIGO

03 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La biblioteca del Círculo Mercantil fue fundada en 1892 tras recibir del Ministerio de Fomento, dirigido por Montero Ríos, un paquete con doscientos libros. Claro que su historia no ha sido lineal. Varios cambios de ubicación y un incendio por medio impidieron que en la actualidad posea auténticas joyas. Su recorrido longitudinal tuvo su inicio en 1927, cuando fue inaugurado el actual edificio de la calle del Príncipe. Desde entonces, ha logrado reunir 33.000 volúmenes y formar a varias generaciones de lectores.

José Ramón Vázquez, Moncho , custodió esta herencia desde 1962 hasta hace poco que se prejubiló, dando el relevo a Alfonso Posada. «Estaba tanto tiempo en la biblioteca que decidimos emplearlo», bromea Moncho para explicar cómo entró Alfonso en la biblioteca. Moncho y Alfonso recuerdan que durante mucho tiempo, especialmente durante «a longa noite de pedra», la biblioteca del Mercantil era el aglutinante cultural de Vigo, y en ella se podía encontrar libros imposibles en otros lugares. «Hubo un tiempo en que prestábamos tantos libros como la biblioteca de la Universidade de Santiago porque era la única que había en Vigo, andábamos por los 50.000 préstamos anuales», recuerda Moncho.

Estudiantes

Hoy, las circunstancias han cambiado ya que hay más oferta en la ciudad, y la joya del Mercantil recibe a estudiantes con apuntes que buscan tranquilidad para preparar sus exámenes, y a lectores talluditos en busca de obras de evasión. «Los más jóvenes no saben que existe literatura grecolatina y los únicos clásicos que piden son los que les exigen leer en el colegio», afirma Alfonso, que nombra a Zafón y a Follet como autores más demandados en la actualidad.

La sala de lectura está abierta todo el año, de 9 a 21 horas, cuenta con 120 puestos de lectura equipados con mesa, luz y conexiones eléctricas, y dispone de servicio gratuito de Internet, además de contar con ordenadores de consulta al público.

«Aunque disponemos de un presupuesto limitado, compramos aquellos libros que consideramos de interés general, porque un bibliotecario debe dejar sus gustos personales al margen», dicen. En este aspecto, Moncho y Alfonso actúan como psicólogos que estudian los gustos de sus amigos-socios para aconsejarles en sus elecciones, y ya se han acostumbrado a escuchar la pregunta «¿qué tienes?».

Esta relación personal cuenta con herramientas tan prácticas como la lista de reservas. «No solo tenemos un servicio de espera, sino que avisamos telefónicamente a las personas interesadas cuando el libro que buscan ya está disponible», señala Alfonso.

«En 1987, la biblioteca del Mercantil era la única en Galicia que tenía informatizados sus fondos, con un programa diseñado por nosotros y adaptado a nuestras necesidades», recuerda José Ramón Vázquez.

En ese archivo se encuentra un curioso y lujoso libro editado en los años cuarenta, que nadie sabe cómo llegó a esta biblioteca. Se trata de las obras completas de Schiller, en alemán.