El madrileño Alberto Contador (Astana) acaricia la victoria en el Giro de Italia después de conservar la maglia rosa de líder tras después de la penúltima etapa, ganada en Tirano por el italiano Emanuele Sella (CSF), el día antes de la llegada a Milán con la contrarreloj final. El español goza ahora de cuatro segundos de ventaja sobre Riccardo Ricco y las perspectivas son favorables.
Una vez más, Contador estuvo hecho un jabato y resistió dos ataques del italiano Ricco en el Mortirolo, el último puerto del Giro, cuya cima estaba situada a unos cincuenta kilómetros de la meta. Tras superar las míticas rampas de esta ascensión y la subida al Gavia, el pinteño ya acaricia un sonado éxito con el que ni él contaba antes de empezar.
En la clasificación general, el español conservó intacta su ventaja de cuatro segundos con Ricco antes de la apasionante crono de 28,5 kilómetros que se avecina. En teoría, el español debería mantener su puesto de privilegio hasta el final.
El ganador del último Tour de Francia, privado a mitad de recorrido de su compañero alemán Andreas Klöden (por un inoportuno abandono), recibió la ayuda de su compatriota Antonio Colom, que protagonizó una escapada antes de servir de apoyo a su líder.
Después del descenso del Mortirolo, donde los candidatos a la victoria final se reagruparon a excepción del italiano Danilo di Luca, Sella demarró en un falso llano rumbo a Aprica, a treinta kilómetros de la llegada.
Di Luca paga su esfuerzo
Sella fue aumentando las distancias con su compatriota Gilberto Simoni, que atacó instantes después, para imponerse en la línea de meta con más de un minuto de ventaja sobre el doble campeón del Giro.
El campeón de España Joaquim Rodríguez, que se destacó en el final, acabó en la tercera plaza, la última que da derecho a bonificaciones.
El grupo de Contador entró en la meta comandado por Ricco, cuarto, a minuto y medio del vencedor. El día después de su gran ofensiva en el monte Pora, Di Luca perdió casi cuatro minutos con sus rivales y descendió hasta la séptima plaza.