Incendian un viejo todoterreno en el que pernoctaban indigentes

VIGO

06 ago 2008 . Actualizado a las 11:24 h.

El calor y la deflagración de los gases por un incendio de un todoterreno alcanzaron hasta la azotea de un edificio de tres plantas en la calle San Amaro en la esquina con Faustino Álvarez, número 1. El suceso sobresaltó a los vecinos del inmueble a las cuatro de la madrugada que contemplaban con preocupación como ardía el viejo Toyota que llevaba abandonado en la calle desde el pasado mes de febrero.

Los bomberos de Balaídos apagaron el fuego con prontitud. No obstante el todo caminos quedó completamente calcinado y las llamas y gases causaron numerosos daños rajando seis grandes escaparates de la tienda de muebles y decoración Escabel y otros dos lunas de las ventanas del primer piso. Además la fachada quedó ennegrecida por el humo.

El vehículo es un Toyota Land Cruiser con matrícula P0-3811 AN. El coche se había quedado parado en febrero y no había manera de arrancarlo. A lo largo de estos meses el dueño acudió hasta el lugar en tres ocasiones acompañado de mecánicos pero no conseguían que funcionase. Así que fueron pasando las semanas y el dueño decidió retirar la batería del vehículo. Con el tiempo el vehículo se convirtió en refugio ideal para algunos de los integrantes de un colectivo cada vez más numeroso en la ciudad: los sin techo.

«No podemos asegurar que el fuego fuese provocado», aseguró el cabo responsable de bomberos. Esta misma persona indicó que es habitual que los fuegos que sufren los coches abandonados sean intencionados. Otras fuentes municipales apuntaron que en el caso de ayer alguna persona pudo introducir algún petardo, bengala o líquido inflamable en el interior. De todos modos, el vehículo quedó calcinado por completo por lo que no ha quedado ningún resto que pueda revelar la intencionalidad del suceso.

Los bomberos explicaron que los pequeñas explosiones que pudieron escuchar los vecinos no fueron peligrosas y que se deben a los faros y otros materiales.

La comunidad de vecinos del edificio y el negocio afectado han llamado a los correspondientes seguros para que se hagan cargo de los daños que no han sido aún cuantificados.