La entidad local menor de Morgadáns lleva más de un mes al pie del cañón en contra del plan Vigo Íntegra, concretamente de los viales que contempla para Gondomar, que son el d25 y d26. El primero conecta el centro de Gondomar con la entrada y salida de la autopista y el segundo es una vía de alta capacidad que comunica el Concello con Tomiño. Los gondomareños y sus representantes consideran que el proyecto está pensado para otros municipios como Vigo y Nigrán, pero no para los vecinos de Gondomar.
El presidente de la entidad, Urbano Esmerode, examinó los trazados con ayuda de un técnico. Su resolución fue negativa. Y desde la entidad han puesto a disposición de los vecinos un servicio de asesoría jurídica para que puedan resolver sus dudas en relación al plan y elaborar sus alegaciones. Por el momento, han recogido 400 y creen que la cifra aumentará en estos días. El lunes finaliza el plazo de entrega.
El presidente de la entidad, Urbano Esmerode, confesó que la parroquia de Morgadáns no es la más afectada, sino que lo son Peitieiros, Chaín y Vilaza. Aún así, detectaron una casa directamente perjudicada y al menos doce que lo están indirectamente. Además, menciona los daños a numerosas parcelas, manantiales de agua, ríos y a los animales que habitan en la zona, como son jabalíes y raposos, entre otros. «No nos oponemos a nuevas infraestructuras, pero pedimos que se planteen con los cinco sentidos», confiesa el representante del BNG en la entidad, Xaime Lugilde. La Xunta vecinal apoya las acciones de la plataforma Gondomar Vive, como la manifestación de hoy.