Es una de esas tiendas con solera. Cambió varias veces de manos durante algo más de un siglo de existencia. Siempre ha estado relacionada con artículos para el calzado. Tiene una clientela fiel. Saben que es el último refugio al que acudir cuando un bolso ya no tiene arreglo y más de un zapatero lo ha desahuciado. Vende cinturones de piel, tacones para las mujeres y hasta reparan cremalleras. Mantiene su nombre original de El Revendible y cuenta con amables dependientes, como es el caso de Antonio Otero Gesteiro (31 años). Está situada en el número 4 de la Avenida Menéndez. -¿Su cartera de clientes? -Son de Vigo y de toda la provincia. Vienen a comprar incluso zapateros y gente que trabaja el cuero, además de los clientes particulares. También nos visitan algunos turistas. -¿Qué se puede comprar? -Casi de todo. Tenemos pieles, cinturones que hacemos nosotros mismos, tintes, pegamentos, suelas, tapas, plantillas. Colocamos broches para prendas, botones para pantalones vaqueros y remaches. Incluso arreglamos cremalleras. -¿Cuánto cuesta un cinturón? -Utilizamos tiras de piel de vaquetilla y en unos veinte minutos lo terminamos de configurar. Su precio está entre 18 y 20 euros. Además se hace a medida y suele durar veinte años, mucho más que la hebilla. Los colores oscilan entre las distintas tonalidades de los marrones, y el natural de la piel. Hacemos igualmente bolsos, carteras y collares para perros. -¿Tienen para las cinturas más prominentes?
-Sí. Los que no encuentran un cinturón a su medida en otros lugares suelen acudir aquí porque los tenemos hasta 160 centímetros. Y algunos ya se han vendido, tanto para hombres como para mujeres.
-¿Los bolsos?
-Cuestan sobre 18 euros, aunque depende del tamaño. -¿Solo trabajan con piel de vaca? -También disponemos de piel de cabra y se emplea sobre todo para forros. -¿Se pueden comprar trozos de piel? -Sí. Le vendemos al peso y por pies, que es una medida de 30 por 30 centímetros. -¿Es muy cara?
-La napa cuesta 4,5 euros el pie, mientras que el potro vale un euro menos. Una mujer acaba de comprarme un trozo de piel de vaca, que cortamos nosotros y le cobré a 4 euros. La necesitaba para hacerle un añadido a unas botas de caña largas.
-¿Todo tiene arreglo?
-Mucha gente viene aquí, precisamente, porque tenemos fama de arreglar bolsos que los zapateros rechazan. Lo mismo podría decir de una cremallera, o de un broche en la ropa. No quiere decir que todo tenga arreglo porque, cuando algo se acaba, hay que tirarlo. -¿Las cremalleras ofrecen mucha dificultad? -No. Aquí le sustituimos el carro si no está bien, pero también se puede cambiar lo que es la cremallera en sí.