El presidente de Hijos de J. Barreras, José Francisco González Viñas, izó ayer la bandera de Vigo en la más alto del mástil. La bandera del viguismo, la de la tecnología, la de la vanguardia industrial. Diez años ha tardado el Círculo de Empresarios de Galicia-Club Financiero de Vigo (CFV), los mismos que el astillero está en manos privadas, en concederle un reconocimiento que es extensivo al sector naval de la ría de Vigo, que está, sin duda, en la cresta de la ola en este momento, con una cartera de pedidos que se cifra, según el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en cerca de 3.000 millones de euros. Pucho Viñas, como es conocido en el Olimpo empresarial gallego, dijo después de los discursos laudatorios del alcalde y el presidente del CFV: «Después de mi familia, mi vida es el sector naval».
La concesión de la Medalla de Oro al presidente de Hijos de J. Barreras permitió a este mostrar su cara más entrañable. Pero no solo al él, sino al presidente gallego. Recordó Pérez Touriño que ambos coincidieron en Bachillerato en Pontevedra, «onde Pucho Viñas foi o alumno máis destacado». Lo cierto es que el sector naval está en la cresta de la ola, pero no por casualidad, y desde luego gracias en todo caso al concurso de Pucho Viñas, sino por obra de numerosos empresarios y miles de trabajadores a los que les sobra calidad, incomprendida, en algunos casos cuando no se ha visto apoyada por las Administraciones públicas. Lo cierto es que el presidente de Barreras no solo dirige en torno a 2.700 personas, entre personal propio y de las empresas auxiliares, sino que ha proporcionado un estilo al naval gallego; una vanguardia tecnológica basada en modelos de buques inauditos hace tan solo cinco años: ferris de última generación, sísmicos que buscan gas, petróleo, oro o plata bajo la superficie marina; naves de apoyo a las plataformas petrolíferas... Frente a aquellos que si no cuentan sus enfermedades no estarían enfermos, Viñas muestra siempre virtudes. Quiere que la Xunta entienda la importancia de la creación de un Canal de Experiencias Hidrodinámicas, esto es, donde se prueban las maquetas de las naves antes de hacerlas a tamaño real. Cuesta en torno a 60 millones de euros, una cifra que el homenajeado no mencionó, pero que se sabe extraoficialmente.
La trayectoria profesional de González Viñas está íntimamente ligada al sector naval, y en la actualidad compatibiliza su cargo en el astillero Barreras con altos cargos en Uninave, Pymar y Navalia.?Vocal del consejo de administración de Aclunaga, es también miembro del consejo asesor de la Fundación Galicia-Europa, del proyecto Galicia 2010, de la Fundación Provigo y de la Fundación INAS. Ingeniero naval por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales, comenzó su vida profesional en la ya mítica Astano, en 1972, desarrollando distintas funciones, y en 1979 comenzó a trabajar en Hijos de J. Barreras hasta llegar a ocupar la dirección del astillero en 1993. En 1997 fue nombrado por la SEPI (antiguo INI) director de los astilleros públicos de Galicia y vicepresidente ejecutivo de Astano, y un año después se reincorpora a Barreras para liderar su privatización. H.J.B. ha conseguido triplicar su cifra de negocios en solo diez años, pasando de unos 17.000 millones de las antiguas pesetas a unos 240 millones de euros en el 2007. En este momento, el astillero acumula la mayor carga de trabajo de toda la ría, lo que se traduce en unos 1.400 millones de euros en encargos de distintos armadores.
De todos modos no iba a faltar la dedicatoria a la actualidad. El presidente del CFV, Jaime Borrás, abogó por «un buen sistema educativo» que contribuya a impulsar la innovación y a atraer talento, aprovechando así las peculiaridades del carácter de los gallegos, abierto «a otros países y a otras lenguas». Y, aún más allá, «necesitamos una enseñanza que posibilite que nuestros chavales puedan continuar sus estudios o examinarse en cualquier país del mundo», de manera que la movilidad de trabajadores y empresarios «no derive en fracaso ni desarraigo». «Por eso le pediría el máximo apoyo, sin trabas, a las iniciativas que desde el sector privado quieren paliar ese enorme déficit educativo».
Además del presidente de la Xunta, a este acto asistieron el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras; la conselleira de Política Territorial, María José Caride; los directores xerais de I+D, Política Financeira e Igape, así como los presidentes de la Autoridad Portuaria, Cámara de Comercio y CEP, el director general de Caixanova, y la delegada de la Zona Franca, además de representantes de otros ámbitos institucionales, hasta un total de 220 invitados.