Porro ganó su duelo contra Caballero y perdió con Carmela Silva. Ahora será Caride la que mida sus fuerzas frente a la ex alcaldesa
26 ene 2009 . Actualizado a las 11:35 h.Corina Porro tiene 22.161 votos más que Abel Caballero (elecciones municipales del 2007). Carmela Silva se sienta en el Senado con 5.843 papeletas viguesas más que Corina Porro (generales del 2008). ¿Y qué deparará ahora el duelo entre la ex alcaldesa y la conselleira María José Caride? De entrada, una oportunidad para el desempate ante candidatos del PSOE para la líder popular, pero un test también para comprobar el estado del tirón electoral que demostró ante Caballero pero que después perdió algo de gas al verse la ex alcaldesa superada en Vigo en las generales del año pasado no solo por la ahora portavoz socialista en el Senado sino también por el edil porriñés Iván Vaqueiro, aunque este no consiguiera escaño en Madrid. Pero además, la lucha que en la ciudad tendrán en esta campaña la ex regidora y la conselleira del Política Territorial (ambas como número dos en las candidaturas de sus respectivos partidos tras Núñez Feijoo y Pérez Touriño) podría cortar o impulsar una carrera que se asegura esboza el ahora presidente de la Xunta para su responsable de infraestructuras.
Nadie en el PSOE pone en duda que Abel Caballero volverá a presentarse a las elecciones municipales del 2011, cita en la que en el PP tampoco cuestionan la presencia de Porro, aunque tenga que volver a abandonar el Parlamento gallego como hizo en el 2003. Pero lo que se empieza a jugar ya dentro del PSOE es quién vendrá después. Y aunque en política un año es toda una vida, quien no prepara sus estrategias a largo plazo no tiene más futuro que el del día siguiente. Por ponerle nombres, para Caballero su mejor sucesora no sería otra que Carmela Silva, de la misma manera que a Touriño que Caride dé en su día el salto al Concello de Vigo le llenaría de satisfacción.
Por eso, en estas elecciones el duelo Porro-Caride tendrá una lectura interna en el PSdeG, el de ver qué pegada electoral logra en su estreno ante las urnas la conselleira y comprobar si este está por encima o no del listón marcado por la anterior concejala de Urbanismo viguesa.
No menor, y de consecuencias mucho más cercanas, serán las implicaciones que los resultados acarrearán a vencedoras y perdedoras. Una victoria del PP renovaría el plus que se le supone a Corina Porro y que el paso por la oposición siempre lima, por mucho que se sea vicepresidenta de la Diputación, institución que en Vigo no cuaja aunque tenga sede propia. De lograr el PP la Xunta, lo lógico es que entrase en el nuevo gobierno, ya que está siendo presentada como uno de los valores más sólidos de todas las candidaturas populares, y eso multiplicaría su presencia y valor, como le ocurrió cuando fue conselleira de Manuel Fraga. En cambio, una derrota sería la segunda consecutiva y eso puede lastrarle más de la cuenta para sus aspiraciones de volver a ser alcaldesa.
En el bando contrario, y aunque no se presenta, las elecciones también pueden negar o propiciar algún pedestal, por ejemplo a la todavía presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino. Cauta al máximo en público tras ser desalojada de las listas de su partido, a su juicio por una maniobra entre otros de Caballero, no ahorra en cambio en su entorno reproches hacia el alcalde vigués. Promete venganza política, máxime si llegase a ser conselleira.