El grupo de comedia inglés Monty Python exhibió su humor corrosivo en la película El sentido de la vida . Una empresa danesa se debió inspirar en ellos para lanzar una campaña publicitaria con un claro mensaje: «Nada vende electrónica de consumo mejor que un toples masivo». Consiguieron que los entendiese todo el mundo, incluso sin saber el idioma. Paula Castiñeira Fernández es la propietaria de la tienda Dixital (en el número 41 bajo de la calle Barcelona), que es de ese mismo ramo de productos. Sin embargo, apostó por algo tan sencillo como un sofá, aunque muy confortable, para que sus clientes no desesperen antes de ser atendidos. «Hemos logrado mejorar el carácter de algunos clientes, porque al esperar cómodamente sentados se enfadan menos. Incluso a alguno hay que llamarlo, pues ya no tiene prisa». Sin duda, se trata de un sentido práctico del negocio. -¿Qué artículos ofrece a sus clientes? -Sobre todo teléfonos fijos e inalámbricos, junto con las consolas. Tenemos productos relacionados con la imagen y el sonido. Vendemos mp4, mp5, equipos de música, deuvedés portátiles, sistemas blutus, gps y otras cosas relacionadas con los ordenadores, como pueden ser las impresoras. Además somos una distribuidora oficial de la operadora gallega de cable R. -¿Les está pasando factura la crisis? -Se nota que ha habido un bajón en las ventas. La gente sigue interesada en la electrónica, pero tiene menos dinero. -¿Qué tipo de consolas tienen? -Los niños suelen comprar la wii, wiifit, nintendo ds, mientras que los adultos prefieren la play station 3, ps2, psp y la xbox 360. También nos piden accesorios relacionados con estos productos, como tarjetas de memoria, mandos, fundas. Y todo lo que tiene que ver con los juegos: raquetas, palos de golf y de otros deportes. -¿Qué tipo de teléfonos fijos prefieren? -Quieren que tenga identificador de llamadas. También piden mucho el manos libres. Y, curiosamente, se fijan bastante en la estética. -¿Y los inalámbricos? -Hay dos tipos de clientes. Por un lado, están los que buscan un teléfono que sea lo más barato posible; y, por el otro, los que quieren una línea más moderna y diferentes colores. El inalámbrico es similar al fijo, pero no lleva cables. -¿Nadie se cohíbe de hablar por teléfono, aunque cueste más dinero? -(Risas). La gente contrata más Internet y telefonía que la televisión. Prefieren prescindir de más canales de televisión, pero siguen conectándose a la red de redes, porque se ha vuelto casi imprescindible. Lo que ocurre es que economizan al elegir la velocidad, decantándose en muchos casos por una más baja. -¿De qué se quejan los clientes? -Sobre todo de los precios, porque todo el mundo desearía disfrutar de Internet pagando menos dinero. Y también se quejan del precio de los canales de la televisión.