Un hombre polifacético que da clases de inglés y lecciones de guitarra. Además, quiere probar con obras de teatro para niños
21 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Iba camino de convertirse en el holandés errante. Pero hace dieciséis años que el amor lo dejó varado en Cangas. Ravinder «Ravin» Mohan Mehta (46 años) nació en La Haya (Holanda). En un viaje turístico a Portugal conoció a una canguesa cerca de a raía y se decidió a cruzarla dos años después, casándose con ella. Diez años duró su matrimonio, fruto del cual nació su única hija. Una vez rotas las relaciones, se instaló en Vigo, donde lleva seis años. «Soy holandés, pero nunca jugué al fútbol, ni me gusta, aunque alguno me pregunta por Van Basten. Mi padre es de India y tengo una hija en Cangas», manifiesta. En su país se dedicó a hacer trabajos temporales en fábricas, bancos y administración. Estudió topografía y para trabajador social, pero no se dedicó a ninguna de las dos. Se gana la vida como profesor de inglés en alguna academia y dando clases particulares en su domicilio y también en empresas. Asimismo, imparte lecciones de guitarra en la Asociación Nueva Acrópolis y en su propia casa. «En mi país toqué en un grupo de amigos, que se denominaba News Eagles (Nuevas Águilas), incluso llegamos a grabar algún tema, pero no lo publicamos, porque no lo hacíamos en plan profesional», señala. Dice que tocaban música country rock, al igual que el grupo original Eagles. Aquí mató el gusanillo un tiempo muy corto con el grupo O Pandora, que hacía música latina. Refiriéndose a los cursos de guitarra, señala que «hay muchos que empiezan y pocos que terminan». Pero ya han pasado por sus clases entre 60 y 70 alumnos, de todas las edades. «Me gusta más la guitarra que el inglés», confiesa. Sus lecciones versan sobre la guitarra española y latina. Aún conserva la que trajo de Holanda, pero se trata de una acústica. Sus clases equivalen a un octavo año de conservatorio. «Yo estudié por mi cuenta y con un profesor privado», afirma. «Para tocarla bien hay que tener buen oído y una gran técnica. Ayuda tener los dedos delgados y grandes», puntualiza. Curiosamente, el inglés lo aprendió en Singapur, donde trabajó su padre de topógrafo. El castellano fue en Guatemala, incluso se matriculó en un curso. Sus padres viven en Alicante y en Holanda tiene un hermano y una hermana. Suele visitarlos. Ahora prepara una obra de teatro en inglés para niños, para representarla en los colegios y así puedan aprender mejor este idioma.