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Un rescate complicado en el colegio

VIGO

Trescientos cuarenta alumnos del Quiñones de León son evacuados del edificio de cinco plantas, situado en plena Travesía de Vigo, por un simulacro de incendio

13 may 2009 . Actualizado a las 11:40 h.

La novia de Yago Veleiro le abraza a su salida del Hospital de Fátima. Yago es uno de los tres presuntos heridos en un terrible incendio del colegio Quiñones de León. Se trata de un simulacro y el joven ha bordado su papel de alumno que se rompe una pierna al intentar escapar de las llamas.

Los tres actores del simulacro son alumnos de cuarto de ESO, según explica el director del centro de enseñanza concertado, Manuel Garrido.

Los cuartos de baños del colegio se inundaron ayer al mediodía de humo artificial. Aunque no es tóxico y huele a fresa resulta un poco molesto al respirarlo en un espacio tan reducido. La máquina para fabricar este humo se utiliza normalmente en las grandes discotecas. Protección Civil de Vigo dispone de una para los eventos como el de ayer.

La ley obliga a los centros a realizar un simulacro una vez al año. Muchas instituciones acuden a empresas privadas para llevar a cabo el plan de seguridad. Otros acuden a Protección Civil, que ha llevado a cabo cuatro simulacros en centros escolares vigueses. «Ahora con los exámenes de fin de curso se acaba. Ya no tenemos previsto llevar a cabo ninguno más», cuenta la coordinadora de Protección Civil, Tamara Pérez, con el walkie-talkie en la mano.

Para llevar a cabo la evacuación del centro, una ambulancia y otro vehículo de Protección Civil se desplazaron hasta el colegio, situado en la Travesía de Vigo. Un total de diez voluntarios intervinieron en la operación.

La salida de los 340 alumnos fue muy rápida. En tres minutos enfilaron la puerta ordenadamente cuando tocó la sirena. Los pequeños fueron los primeros en ser desalojado. Abandonaron el edificio por la Travesía de Vigo. Los mayores, que tenían programada una hora de gimnasia, salieron al patio trasero de la calle Numancia. Mientras tanto, envueltos por el humo, yacían los actores de la película. El centro dispone de cinco plantas. Para moverse por ellas hay dos escaleras y largos pasillos. Por eso, los voluntarios de Protección Civil tuvieron ciertas dificultades para localizar con inmediatez a las tres presuntas víctimas del siniestro: Aitor Vidal, Rafael Fragueiro y Yago Veleiro.

Herida en el cráneo

Los camilleros tardaron siete minutos en localizar e inmovilizar a Aitor Vidal, el más grave en el supuesto incendio. En la ficción, Aitor tenía la cabeza abierta con pérdida de masa craneoencefálica. «No es muy creíble», protestaba uno de sus compañeros. Tras socorrer al herido más grave, Protección Civil acudió en ayuda de los otras dos presuntas víctimas. Fragueiro era el que estaba mejor. Apenas tenía un golpe en la ceja.