El Sergas implantó la receta electrónica en Cangas y Moaña tras la prueba realizada en Salceda meses atrás. Son los tres primeros municipios pontevedreses que cuentan con este servicio, que está funcionando con éxito y sin especiales problemas.
En Cangas comenzó el pasado 25 de mayo. A los quince días de su implantación, utilizan el nuevo servicio más de la mitad de los pacientes, según calcula uno de los empleados de la farmacia Pérez Colomer. Según Antonio Campelo, de la farmacia de la avenida de Ourense, un 70%. En Moaña empezó a funcionar esta misma semana. Falta todavía introducirlo en el servicio de urgencias de ambos centros de salud. Según calculan las farmacias, el nuevo sistema se popularizará de forma masiva en cuestión de semanas.
Entre los pacientes, los más beneficiados por la receta electrónica son los enfermos crónicos, que no tienen ya que acudir al médico y hacer la correspondiente cola previa en recepción con tanta frecuencia a renovar su medicación. El Sergas indica que provoca una descongestión de los centros de salud y permite a los médicos dedicar más tiempo a atender a sus pacientes
El facultativo puede volcar en el sistema las recetas para un máximo de un año. El paciente no tiene más que presentarse en la farmacia con su cartilla sanitaria justo antes de acabar el medicamento y pedir otra dosis. Puede hacerlo en cualquier farmacia de la comunidad autónoma que cuente con este sistema, aunque, al menos de momento, no podrá hacerlo en otras autonomías que ya implantaron este sistema, como Andalucía, Extremadura o Cataluña.
Los médicos también se ven beneficiados. Habitualmente dedican entre media y una hora al día, antes de comenzar la consulta, a renovar recetas. El Sergas calcula que se tendrán una reducción de un 30% en este tipo de tareas burocráticas. Los farmacéuticos se verán igualmente beneficiados, ya que reducirán muy sustancialmente el tiempo que destinan a diario a ordenar las recetas de papel.
Historia clínica
La receta electrónica tiene además, otras ventajas. Conlleva un incremento de la seguridad en el uso de los medicamentos al evitar posibles errores al interpretar la letra del médico.
Está integrada, por otra parte, en la historia clínica electrónica del paciente, lo que permite saber de inmediato el historial farmacoterapéutico y la respuesta al tratamiento; las posibles interacciones entre distintos medicamentos, alergias o situaciones de alerta farmacológica. El médico sabe, además, si el paciente está recogiendo sus medicinas con la regularidad prescrita.
La receta electrónica está llamada a acabar con la de papel, salvo en ciertos casos, como las visitas a domicilio; y también con el almacenamiento de medicamentos.
«A receita electrónica tamén supón vantaxes para o Sergas e para as oficinas de farmacia, dado que potencia o uso racional dos medicamentos; integra o acto farmacéutico na rede sanitaria; diminúe anulacións e incertezas ante substitucións entre medicamentos e incrementa a aproximación ao paciente», dice el Sergas.