Eduardo González lleva desde 1992 apostando por la recuperación de las playas de Baluarte y Fontaíña. «Hemos conseguido que vuelvan las pulgas de arena a esas playas, son de las pocas que las tienen, lo que indica la calidad natural», explica el profesor y representante de la asociación Fontaíña.
En estos años ha sido fundamental la colaboración de las personas inscritas en la Oficina Municipal del Voluntariado. El convenio que mantiene la asociación con esa oficina les permite organizar actividades de todo tipo, incluidas formativas. Solo el primer año de campaña de retirada de colillas a mano se recogieron un total de cinco mil. En la actualidad la cifra se sitúa entre mil y dos mil. El descenso indica la progresiva concienciación de los ciudadanos. Tras el reparto de ceniceros de ayer, está previsto volver a hacerlo otros dos días de forma más selectiva y personalizada, observando antes si la persona fuma, si se encuentra en un entorno familiar o sola. Al mismo tiempo se explicarán los motivos que han llevado a organizar la campaña, efectuada por siete voluntarios y un monitor. Se trata de evitar que la limpieza de las playas acabe con otros restos como algas.