El fútbol y los aficionados a este deporte son en líneas generales conservadores, reacios a los cambios y, sobre todo, cuando se trata de símbolos como el escudo o los colores de un equipo. Sin embargo, esta temporada el Pontevedra respira aire fresco. La junta directiva que preside Nino Mirón quiere remozar por completo el club. Tanto es así que ha decidido renovar el emblema de la entidad, que ahora pasa a tener «líneas más sobrias; dos colores; una referencia, por primera vez, a la bandera gallega, en forma de franja azul celeste; y un círculo que lo encierra».
Esta es la sexta vez en la historia del conjunto granate que sucede una transformación de estas características. La última data de los años 80.
El nuevo escudo del Pontevedra vio la luz ayer en el edificio de la Deputación, donde se colgó una pancarta con el que, a partir de ahora, será el símbolo del equipo granate. A grandes rasgos no es muy diferente de su predecesor. Las principales variaciones aparecen en los colores: pierde el amarillo y el azul oscuro; en la forma del balón de la parte inferior del emblema, que ahora se adapta a las formas de un esférico moderno; en la banda azul celeste, que es la primera referencia a la bandera gallega en la historia del Pontevedra; y en un gran círculo que encierra el escudo.
«O cambio na enseña do equipo inclúese dentro do proceso de renovación que estamos a levar en todos os estamentos do clube, dende a parcela económica, a organizativa e o plantel», explicaba durante el acto el director de comunicación y márketing del Pontevedra, Rubén Valverde.