Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Parte de la casa de Concepción Arenal está en Castrelos

VIGO

Los jardines del pazo esconden piezas importantes del patrimonio vigués

05 mar 2010 . Actualizado a las 11:49 h.

Los jardines del pazo municipal Quiñones de León acogen varios testigos de la historia de la ciudad, no siempre perfectamente identificados para pleno conocimiento de los ciudadanos. Al final del jardín francés se sitúa una balconada cargada de historia si supiéramos que sobre ella paseo sus últimos años la pensadora Concepción Arenal.

Esta balconada, y su columnata correspondiente, perteneció a una casona situado hasta los años cuarenta en Los Llorones. En 1890, la ferrolana Concepción Arenal se instaló en Vigo. No eligió al azar la ciudad. Su hijo Fernando García Arenal había sido designado ingeniero jefe de la Junta de Obras del Puerto de Vigo. La humanista gallega ya tenía 70 años de edad y padecía algunas dolencias cuando decidió acompañar a su hijo a su nuevo destino.

Desde la casona, Concepción Arenal veía la ría y recibía a personajes ilustres de su tiempo. Su estancia en este inmueble duró tres años. Allí murió el 4 de febrero de 1893. Sería enterrada en el cementerio de Picacho y posteriormente traslados sus restos mortales al nuevo cementerio de Pereiró, donde su mausoleo, diseñado por Manuel Gómez Román, preside la entrada.

La casa fue derruída en los años cuarenta, pero la solana, con su balconada, fue trasladada al pazo de Castrelos, donde fue situada, a comienzos de los años cincuenta, en la zona de la rosaleda. Hace diez años, se trasladó a su ubicación actual.

Fuente de Neptuno

No muy lejos de allí, aunque semioculto por la vegetación, se sitúa un pequeño estanque, presidido por una escultura, a la que le falta el brazo derecho. Es Neptuno. O por lo menos así era conocido en Vigo hace más de cien años.

Esta escultura presidía una fuente ubicada en frente a la plaza de A Princesa hasta 1890. La apertura de la calle Elduayen se llevó por delante el conjunto escultórico, que fue protegido por el secretario del Concello Manuel Olivié. La pieza fue restaurada en 1986 y situada en su actual emplazamiento.

Pero no era la única parte de aquella fuente que ahora se puede ver en Castrelos. Había una placa de piedra y un escudo de la ciudad. La placa fue rescatada por el cronista de la ciudad Avelino Rodríguez Elías y llevada a Castrelos. En esta pieza se indica que la fuente fue restaurada en 1795, por lo que su antigüedad es grande.

El escudo, que junto a la placa se puede ver en el paseo de los escudos de Castrelos, fue empleado por Avelino Rodríguez para justificar el actual escudo oficial de la ciudad.

Es una pena que estas y otras piezas no muestren algún elemento indicativo que informe de su importancia al visitante.