El complejo industrial de Cangas sufre el abandono en medio de la polémica por el proyecto para construir un puerto deportivo y viviendas de lujo en el lugar
12 ago 2010 . Actualizado a las 12:50 h.El antiguo complejo industrial de Massó soporta como puede el paso del tiempo. Entre jeringas, gatos salvajes y algún que otro bañista, el edificio medular de lo que alguna vez fue un gran complejo industrial se sobrepone a la situación y se erige imponente ante el mar. Los cristales rotos, las paredes carcomidas por el tiempo y los candados intentando evitar la entrada a la fábrica principal evidencian el estado de abandono del lugar. Algunos bañistas siguen acercándose a la playa como han hecho siempre. Quizás por ser fieles a sus costumbres, o quizás por reivindicar lo suyo ante el proyecto que amenaza con construir en la zona un puerto deportivo. Aunque el lugar está próximo al centro de Cangas, la postal parece extraída de los suburbios de una ciudad. Aprovechando el abandono de los edificios de Massó, un grupo de okupas se ha instalado en el antiguo economato del complejo industrial al más puro estilo setentero de las comunas hippies con el lema: «Salvemos Salgueirón». El blog del colectivo anuncia que su intención es «denunciar o lamentable estado de abandono do lugar e amosar a desatención por parte do Concello». Sin embargo, se encuentran en el edificio sin que sea de su propiedad, y la mejora de la situación implicaría el desalojo del economato donde viven. El Centro Social, tal y como lo denominan, organiza sesiones de limpieza de los jardines, mercados de intercambio en los que no se usa dinero e incluso conciertos gratis.