UCPA desaparece diluido entre las filas populares y un nuevo grupo, que se presenta hoy. Un panorama dividido por la «falta de seriedad del PP», según Castro
22 nov 2010 . Actualizado a las 12:14 h.Camina tranquilo y colecciona monedas, pero no es un jubilado cualquiera. Tiene el aire de los que lo fueron casi todo durante casi toda la vida. Treinta años al frente de Ponteareas dejan esa herencia a José Castro. Esa, y la colección de recortes de prensa de la época en que su apellido era noticia, tanto por sus decisiones políticas como por los litigios en los que estuvo envuelto. «El Constitucional me absolvió por la acusación de impedir los derechos cívicos. El otro caso, el de contratación de personal municipal, se redujo de 60 a 25 personas y aunque a mí me sancionaron no anularon las plazas. Si fuera ilegal, lo habrían hecho, pero yo no contraté a nadie de mi familia», se defiende el político. Ahora observa desde fuera, pero sin atreverse a hacer apuestas sobre los resultados de los próximos comicios.
-¿Cómo ve el panorama para las próximas municipales?
-Hay muchas personas disgustadas con el actual alcalde y eso puede tener graves consecuencias para el PP. Hay que ser más serios y no se puede colocar a la persona que le dio la alcaldía al PSOE. El pacto era que el próximo candidato debía ser consensuado con las dos listas y no lo hicieron.
-¿Es posible la vuelta de su hija Nava Castro?
-El consejo que le daría a Nava es que no volviera para estas elecciones, porque tal y como está el panorama no procede. Los dos decidimos sacrificar a UCPA y seguimos adelante. Su marcha a la Xunta me duele si el PP lo hizo por arreglar el problema de la alternancia en la alcaldía de Ponteareas, porque entonces no es ético ni moral.
-Hoy se presenta el nuevo partido independiente, Alternativa Ciudadana de Ponteareas, que tiene raíces de su grupo.
-La verdad es que me sorprendió la candidatura y me molestó que me tuviese que enterar por la prensa. Creo que se hizo así para no usar a UCPA y no enfadar a Nava o a mi. Mi peor miedo es que el nuevo partido pacte con la izquierda por conseguir que Salvador González Solla no siga al frente.
-¿Cuáles son los principales retos del próximo gobierno?
-Con la crisis que hay no es lógico el parón de la construcción que existe. Si tuviéramos un Plan General, todo Vigo vendría a comprar aquí. Ponteareas está apagada y es como sino existiera. Además, hace falta adecuar afrontar los grandes retos pendientes. Hoy Ponteareas podría tener una universidad privada, pero perdió su oportunidad. Es importante afrontar otras opciones como la necesidad de un hospital comarcal o la conexión de la A-52 con la N-120 para evitar el tráfico en Angoares. Cuando yo entré había 12.000 habitantes y hoy hay 23.000, pero todo lo que existe se hizo en aquella época.
-¿Siente nostalgia?
-No tengo nostalgia, soy sensato para reconocer que tras 35 años en el Concello mi labor ya está hecha. Lo único que siento es pena por el atraso que sufre el municipio y la apatía que se está generando entre la población.
-Por primera vez el apellido Castro no concurrirá a unas municipales, ¿teme que se pierda?
-El apellido Castro no se pierde, tengo diez hijos y 23 nietos. Mi hijo Juan José pudo haber sido un gran político, de hecho Ponteareas gestiona el centro de día y la residencia gracias a él, pero sufrimos una persecución política. De todos modos tengo tres nietos que tienen abuelos por los dos lados que fueron alcaldes, así que no me extrañaría nada que cualquiera de ellos quisiera involucrarse. No es raro que se contagie la afición a la política, ocurre también en otras profesiones. A Nava le interesó desde que era pequeña. ¿Es algún delito que un nieto mío se quiera presentar a alcalde en Ponteareas? Si son buenos, bienvenida sea la saga Castro; si son malos, será el pueblo quien los juzgue.