Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Las bicicletas de servicio público se oxidan en Redondela

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera REDONDELA |

VIGO

El Concello resta importancia a la herrumbre y descarta hacer una caseta

05 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El niño de la guerra pedalea sonriente por la alameda. Mohamed Faleh Zaben, de 17 años, alumno del IES San Simón, huyó de Irak hace cuatro años. Vino con su madre y sus cuatro hermanos. Su padre logró escapar unos años antes del infierno y buscar trabajo en Galicia. La familia vive en Redondela. El padre se dedica a la venta ambulante. Moha, como le llama su amigo marroquí Saladín Moukhas, de 20 años, es uno de los 558 usuarios del servicio de transporte público de bicicletas de Redondela. Mohamed y Saladín miran con resignación las cadenas oxidadas de las bicicletas. Otro joven, Noé Covelo se suma a las críticas y reclama que se coloque un tejado que proteja a estos vehículos de los aguaceros invernales.

Saladín, un desempleado de veinte años de edad, llegó a Redondela hace trece y es otra víctima más de la crisis. Trabajó un tiempo como pintor y ahora espera una llamada del INEM. Saladín alaba el transporte en bicicleta: «está muy bien para ir a la playa en verano».

Un centenar de bicis

El Concello de Redondela tiene un centenar de bicicletas a disposición de estos usuarios. Las estaciones donde se pueden usar estos vehículos están situadas en las alamedas de Redondela y Chapela y las playa de ambas parroquias, además de la zona de la piscina municipal de Redondela. La iniciativa fue puesta en marcha gracias a la ayuda del Inega y el Concello se encarga del mantenimiento. Pero la lluvia ha causado estragos en estos días y la herrumbre ha hecho su aparición en las cadenas.

El teniente de alcalde, Xosé Carlos Pazos, le quita importancia. «En inverno non se usan moito» por lo que considera hasta cierto punto normal que tengan un poco de óxido. «Poñese grasa y axiña estean listas», asegura el responsable de Medio Ambiente del Concello, que descarta que sea necesario construir un tejado para guarecer a los vehículos del agua.

Utilizar las bicicletas resulta bastante fácil. Cada usuario que está inscrito en el Concello dispone de una clave. Basta enviar un mensaje de móvil con los datos y la bicicleta se desprende de su poste y puede ser utilizada durante horas. Puede devolverse en cualquier de las estaciones diseñadas para ello. El teniente de alcalde pone de relieve la responsabilidad de los usuarios en el cuidado de los vehículos. Por ahora no han robado ninguna y se producen pocos desperfectos.

Los ciclistas reclaman que haya carriles bici en la localidad. por suerte el centro de la villa está vertebrado por una amplia zona ajardinada por la que se puede circular en bicicleta. En Chapela resulta más peligroso el tránsito por el intenso ftráfico de vehículos a motor.

Las reivindicaciones toman cuerpo todos los años en la marcha ciclista. Ese día las dos ruedas toman el centro de la villa. Pero la jornada constituye una excepción en el volumen del transporte ecológico porque el número de ciclistas sigue siendo bajo a pesar de que el centro de la villa no tiene las dificultades orográficas que presenta Vigo.