La población de menores de entre 5 y 9 años no ha dejado de crecer en la última década y llega a 1.300
19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.A gritos, con letreros, arrastrando pancartas. Los padres de Ponteareas lo han dicho de todas las formas: quieren un nuevo colegio de infantil y primaria. Están cansados de ampliaciones y recuerdan que faltan mejoras de calado en las instalaciones sobresaturadas del Fermín Bouza Brey. Les respaldan los grupos políticos en pleno, una buena parte de la población del municipio y, lo más importante, las cifras.
Según el censo escolar que maneja el Concello, en solo un año la población de menores de 11 años ha experimentado un aumento de casi cien niños. En el 2009 recibían las notas de fin de curso cerca de 2.174 pequeños de los colegios Virgen dos Remedios, Fermín Bouza Brey, Ramiro Sabell, San Mateo de Oliveira, Guláns, Inmaculada, Santiago Apóstol y las ocho unitarias de infantil de las diferentes parroquias. En septiembre del 2010 cuando sonó el timbre las aulas dieron la bienvenida a un total de 2.266 escolares.
De entre todos los centros el que mayor aumento experimentó fue el Ramiro Sabell, cuyas obras de ampliación permitieron escolarizar a las nuevas generaciones de ponteareanos. La medida, sin embargo, no estuvo exenta de polémica. Los padres del citado centro aseguran este curso que vuelven a estar colapsados y han tenido que dejar fuer a más de diez solicitudes presentadas a comienzos de año cuando se abrió el plazo.
Parche
Además, no dudan en calificar de «parche» el aulario instalado por Educación, añadiendo que se han mermado los metros dedicados a patio y que las instalaciones recién construidas carecen de espacios suficientes. De hecho, sus quejas por tener que montar el aula de informática para los más pequeños en un pasillo fueron ya noticia a comienzos de año, aunque la Xunta les restó importancia asegurando que se trataba de un espacio de uso polivalente.
El alza en la cifra final es el común denominador de la mayoría de los centros, de los que solo se salvan algunos casos con pequeñas bajadas como el de Moreira, el Virgen dos Remedios o el Fermín Bouza Brey, con 14 alumnos menos que hace dos cursos. Con todas estas conclusiones queda demostrado el crecimiento que sufre el municipio en los últimos años, algo que ya se habían constatado en el censo.
Por si esto fuera insuficiente, siempre queda echar mano de las estadísticas para conocer si es probable que continúe este saldo positivo en los próximos años. La conclusión es sencilla con un vistazo. El aumento de niños de entre 5 y 9 años (bloque de edad en el que trabaja el Instituto Galego de Estatística), es palpable en la última década.
Pese a que durante los primeros años del 2000 la cifra titubea entre tímidas bajadas y vaivenes, desde el 2002 el movimiento es claro: no deja de crecer. De los cerca de 990 menores que poblaban entonces los colegios la cifra ha ido creciendo hasta superar los 1.300 que constan en el padrón municipal del 2009.
No es casualidad que ocurra así en los cursos donde empiezan los pequeños, puesto que el fenómeno de mudanzas desde Vigo y otros concellos del área metropolitana es relativamente reciente. De hecho, la tendencia al alza no se repite con los niños con edades entre los 10 y los 14, que se mantienen de forma casi estable a lo largo de todos estos años.
Obras
Claro que no todos los números respaldan la teoría de los padres. Según la Consellería de Educación existen plazas sobrantes en los centros escolares del municipio, puesto que aunque algunos tienen problemas de masificación otros están infrautilizados. Por ello se vuelve urgente la zonificación prometida desde hace años para el mapa escolar del municipio, aunque de momento los afectados no tienen constancia de que se hayan producido avances en este sentido.
Las únicas noticias que tienen son que los trámites administrativos para construir el aulario avanzan, lo que hace aumentar su preocupación. Temen que una vez que quede solventada la necesidad de extender la línea cuatro a todos los cursos, que este curso se ha paralizado por falta de espacio, se olviden de los problemas del centro.
Además, como no dejan de repetir, si las instalaciones comunes no son aptas para los 700 niños actuales, menos lo serán para 900, según alegan los afectados.