El Celta pasa la prueba de fuego

Víctor López VIGO / LA VOZ

VIGO

Solo ha estado una jornada en el 2011 fuera de las dos primeras posiciones

08 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Paco Herrera había hablado de una prueba de fuego para su equipo, y el Celta la pasó. Jugó sabiendo que podía volver a los puestos de ascenso directo, y logró volver a encaramarse a unos lugares que solo ha dejado en una jornada desde que empezó el 2011.

La racha de los celestes ya está a un paso de convertirse en un récord. Ahora mismo acumula once partidos de forma consecutiva sin conocer la derrota. La última vez que perdió fue hace tres meses en Valladolid. Si no cae en su visita al Córdoba este domingo, los vigueses igualarán la mejor serie de su historia que se produjo en la temporada 1991-1992 con Chechu Rojo en el banquillo vigués. Ese Celta ascendió como campeón a Primera División.

Las quince asistencias

De Lucas suma ya quince asistencias de gol en esta temporada. Su capacidad de dar goles a sus compañeros es asombrosa. De los 45 goles que lleva el cuadro vigués en esta campaña, seis son suyos, y quince han nacido de sus botas. Esto supone que casi la mitad de los tantos tienen que ver con su presencia. El Celta ha demostrado que acertó plenamente al contratarle. El catalán por su parte también ha dejado claro que lo de Cartagena la temporada pasada no fue una casualidad. Es un referente para su equipo, y un jugador que puede ser crucial para que el Celta logre este año el ansiado ascenso.

Aliados con los postes

El Celta como visitante no necesita el balón. A la contra se siente muy cómodo, pero en casa es otra cosa. Los vigueses vieron como el Numancia les daba la posesión, pero las ocasiones claras eran para los sorianos. Dos veces los palos evitaron que el equipo de Unzúe se adelantara en el marcador. El toque de ambición que le había faltado a los celestes ante el Salamanca y Xerez, ayer no apareció.

La generosidad de Herrera

Ayer Paco Herrera tuvo un detalle en sus cambios con dos jugadores que podían necesitarlo. Primero con Sergio Ortega, porque el central no se había marchado nada satisfecho tras el empate in extremis frente al Xerez. Además le dio la opción de jugar ante su ex equipo. El otro gesto fue con Papadopoulos que ha visto como tenía minutos en un momento en el que el partido estaba ya sentenciado.

El último cambio fue Abalo. Había sido clave en la victoria en Soria con un gol y dos asistencias. Ayer el arousano se pudo ir marcando de nuevo, y poniendo la guinda a la fiesta.