Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Teletrófono en Príncipe

VIGO

15 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace casi 130 años, en 1882, en la calle del Príncipe «sonó» un teléfono. Antonio López de Neira, industrial que había sido alcalde de Vigo, escuchó a la telefonista y aceptó la comunicación. Y, aunque no conocemos quién fue su interlocutor, sí sabemos que esa fue la primera llamada telefónica que se realizó en Galicia.

El invento deslumbraba a los vigueses y llegaba tras una gran polémica. Porque, entre los grandes impostores de la historia, ocupa un lugar de privilegio Alexander Graham Bell. De hecho, aún hoy millones de personas creen que este señor inventó el teléfono, cuando en realidad lo copió. En 2002, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269, que censura a Bell y reconoce que el verdadero creador del aparato fue Antonio Meucci.

Este neoyorquino de origen italiano llamó a su invento el teletrófono y, como no tenía los 250 dólares para pagar la patente, lo envió a la empresa Western Union Telegraph Company, que inmediatamente comenzó a darle largas. En secreto, la WUTC facilitó el cacharro a su ingeniero Graham Bell, que le incorporó unas mínimas mejoras y lo patentó a su nombre, acordando que cedería a la empresa el 20% de los beneficios durante los siguientes 17 años.

El pobre Meucci se quedó con un palmo de narices. Y su posterior litigio contra Bell resultó inútil. Sólo años después se supo que Western Union incluso había sobornado a funcionarios de la oficina de patentes, para que eliminase incluso la documentación preliminar que Meucci había presentado cuatro años antes, aunque carecía de dinero para el registro completo.

Tras una apasionante investigación, el Congreso estadounidense restituyó, con un voto por unanimidad, el honor de Meucci y dejó a Bell en el lugar que le corresponde: El de un aprovechado. Aunque la compañía que fundó con su nombre continúe siendo puntera hasta nuestros días, al punto de que yo mismo escribo este artículo en un ordenador de su marca.

Impostura al margen, regresemos al Vigo de finales del siglo XIX, en el que López de Neira realiza la primera llamada telefónica de Galicia. En aquel 1882, apenas había medio centenar de abonados en España, que pagaban la fortuna de mil pesetas por el servicio. Pero López de Neira, que también fue el primero que trajo la luz eléctrica a Galicia, instalando un potente foco en su casa, al paso de la procesión del Cristo, era un pionero que no escatimaba dinero para complacer a los vigueses.

Así que también en esto los vigueses fuimos los primeros. Y es que la nuestra fue siempre la ciudad más moderna de Galicia y, mal que les pese a algunos, con una larga y apasionante historia.

eduardorolland@hotmail.com