A Cañiza garantiza su saneamiento por treinta años con dos nuevas depuradoras
VIGO
La instalación del polígono empezará a funcionar antes de fin de año
18 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cuenta atrás para asegurar la salud del río Deva y el Ribadil. Los vertidos tienen los días contados, puesto que A Cañiza verá en pocos meses la entrada en funcionamiento de sus dos nuevas depuradoras. La primera arrancará antes de final de año y dará servicio al polígono industrial, instalado en la N-120 a su paso por el municipio desde hace más de veinte años.
«Ahora mismo están realizando los últimos trámites del suministro eléctrico. Ya está totalmente terminada y es cuestión de semanas», apunta el regidor, Miguel Domínguez.
La medida será un alivio para vecinos y ecologistas, que denunciaron durante años los peligros de la contaminación que sufría el cauce. La situación afectaba a siete especies protegidas y también a los residentes de los concellos de Arbo y Crecente, que tienen sus captaciones de agua en ambos ríos. De hecho, en veranos pasados hubo varios núcleos de población que tuvieron que realizar recortes en el suministro por la situación del agua.
Esta infraestructura supone una inversión de 500.000 euros, que son aportados por Augas de Galicia. Hasta ahora los restos de las firmas eran enviados a la estación del casco urbano, con los consecuentes colapsos y problemas o incluso terminaban directamente en el Deva o el Ribadil y los arroyos que los nutren. En paralelo a esta inversión, en A Cañiza también esperan disfrutar en breve la que se corresponde con la nueva depuradora del casco urbano, con capacidad para 10.000 vecinos. En este caso la aportación es de dos millones de euros, sufragados por la Consellería de Medio Ambiente. La rápida tramitación de este servicio se debe a la urgencia del municipio por sustituir sus actuales instalaciones, que fueron sufragadas por el Concello y estaban desbordadas desde hacía tiempo. La redacción del proyecto se realizó en diciembre del 2008 y según el avance de las obras el edificio estaría terminado a comienzos del 2012. Según las previsiones iniciales de la Xunta, el Gobierno asumirá de forma temporal y durante un año su gestión, para luego cederla al consistorio.