Los hijos del fundador del local, su viuda y su hermana, continúan la tradición familiar
30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Unos pocos pugnan por ese puesto en Vigo, pero se dice que la mejor tortilla del universo, ¿dónde va a estar? En el Cosmos, claro. La céntrica cafetería viguesa, en la retaguardia del Centro Cultural Novacaixagalicia desde que se llamaba Teatro García Barbón, sigue siendo un local de trato cercano en el que la clientela se siente como en familia. Rafael Acevedo, que lleva 31 años allí como camarero, (toda su vida laboral), cuenta que el primer propietario era primo de la actriz cómica Mary Sampere, que era a su vez representante de la compañía. «Una de las veces que vinieron a actuar al teatro se fijó en esta esquina y decidió que quería montar aquí una cafetería. Se llamaba Corococó. Y dicen que fue la primera en la que contrataron chicas para trabajar cara al público». Después cambió de dueño, la rebautizó como Malvís, pero duró solo un par de años. Desde el año 1973 figura como Cafetería Cosmos. El responsable de renombrarla con una denominación tan universal y ordenada fue Francisco Acevedo, fallecido hace cinco años.
El fundador imprimió personalidad al negocio hasta que tuvo que dejarlo por motivos de salud a mediados de los años 80. «La gente aún se acuerda mucho de él. En los 70 esta calle tenía más movimiento. Era muy comercial, estaba llena de tiendas», explican sus hijos, Francisco y Manuel, que continuaron con el negocio. El mayor empezó a trabajar ya con su padre y el menor se mueve con soltura por la barra desde hace una década. «Aunque el que sabe más de todo es Rafael, que es como de la familia y me enseñó a trabajar a mí», reconoce Manuel.
Pero el secreto del cosmos no está en los agujeros negros, sino detrás del ventanuco de la barra que da a la cocina.
Lo que sale de allí se convierte en una experiencia extrasensorial que ni Iker Jiménez podría explicar. Por las mañanas es Marivita Díaz, la tía de Francisco y Manuel, la que atiende las sartenes desde hace 36 años. Y por la tarde, su madre, Rosario Díaz, actual dueña del negocio, la que combina las patatas con huevos y cebolla hasta cuajar obras de arte. Y las hermanas Marivita y Rosario están tan bien entrenadas, que es difícil en una cata ciega saber quién hizo cuál, porque a todas horas están igual de buenas.
El cosmos es la antítesis del caos, excepto en las horas de máximo ajetreo en Marqués de Valladares, 19. Un día normal pueden despachar una media de cincuenta tortillas, pero hay jornadas en que no hay tregua. Manuel aún recuerda con agobio que hace dos días, desde las 19.45 a las 20.30 salieron 35 de la cocina.
Murales del «Apolo 11»
El negocio se llamó Cosmos porque en tres de sus paredes había enormes fotografías murales con imágenes de la Luna desde la Tierra, la Tierra desde la Luna y el piloto Buzz Aldrin bajando de la nave Apolo 11. «Era un tema que estaba de moda por aquella época», justifica el hijo menor. Aquella decoración espectacular desapareció tras una reforma en 1985. No porque ellos quisieran, sino porque al tocarlas, según cuentan, se deshicieron. Estaban sobre una base de madera que se había podrido y no se pudieron salvar.
Dada su ubicación tan cercana al teatro, por el Cosmos han pasado decenas de artistas. Entre ellos, Rafael recuerda especialmente a Sancho Gracia, un asiduo que volvió este verano con el Festival Rías Baixas y recordaba los años en los que aún estaba Francisco Acevedo al frente del local. El establecimiento continúa siendo punto de encuentro de cientos de ciudadanos a la hora del desayuno, del pincho o del café.
También fue sede de tertulias y lo sigue siendo. Actualmente, un grupo de escritores e intelectuales vigueses se reúne allí cada lunes por la tarde para disfrutar de la charla en compañía.