Barreras negocia dos atuneros para seguir a flote en el 2012

l. c. saavedra VIGO / LA VOZ

VIGO

Los pesqueros, que no tienen «tax lease», serían para un copropietario

16 dic 2011 . Actualizado a las 11:33 h.

La dirección del astillero Hijos de J. Barreras acaricia en este momento la posibilidad de contratar dos buques atuneros de grandes dimensiones (en torno a 100 metros) para una armadora vasca con la que ha mantenido estrechos vínculos comerciales durante décadas. Según fuentes solventes, se trata del grupo Albacora, una firma española muy potente en el mercado de túnidos. La consecución del pedido, valorado en torno a 60 millones de euros, podría ser el primero del año 2012 para la empresa y serviría, precisamente, de tabla de salvación, al menos momentánea, para mantener a flote las instalaciones, que atraviesa una delicada etapa.

Barreras soporta, según el informe de los administradores concursales, unas deudas reconocidas de poco más de 74 millones de euros. Paradójicamente, hasta el año 2010 era el mayor astillero de España y la segunda empresa de Vigo por cifra de negocio, con casi 450 millones de euros. En este momento, bajo un proceso concursal, atraviesa el trámite de impugnaciones de los acreedores a las deudas reconocidas por los tres peritos nombrados por el juzgado de lo Mercantil número 3 de Vigo.

El armador interesado es la firma controlada por Ignacio Lachaga, cuyo presidente es, a su vez, copropietario de Barreras, de cuyo capital social dispone un 20%. El presupuesto de las dos naves no está cerrado, pero rondaría los 60 millones de euros. Supondría la vuelta de Barreras a la fabricación de grandes atuneros, un mercado que dejó en el año 2006, tras haber construido unidades de hasta 115 metros de eslora. Además de ser los mayores del mundo, era uno de los tipos de buque preferidos del aún presidente del astillero e ingeniero naval, Francisco González Viñas.

Los pesqueros no participan del régimen de tax lease de bonificaciones fiscales a la construcción naval en España. La apuesta para construir dos pesqueros sin subvenciones se interpreta, por tanto, como el primer compromiso firme de los actuales propietarios del astillero para iniciar la senda de la recuperación.