Los vigueses pretenden cerrar el 2011 con una alegría para la afición eliminando al Espanyol
20 dic 2011 . Actualizado a las 10:16 h.El comienzo celeste del 2012 dependerá de lo que suceda esta noche en Cornellá. Si el Celta logra apear de la Copa a un temible Espanyol, arrancará el próximo año con otro rival copero, pero si no tendrá que esperar a su desplazamiento de Liga en Alcoy. La intención del bloque vigués, a pesar de las dificultades que entraña esta empresa, es que el momento dulce que vive su rival no le amargue el propio.
Los dos equipos coinciden en que están pasando por un diciembre en el que los resultados les han acompañado. Los de Mauricio Pochettino han sumado dos victorias consecutivas en la Liga y se encuentran a un punto de los puestos de Liga de Campeones, pero enfrente tienen a un rival que lleva cuatro partidos sin perder y en los que solo ha encajado un tanto.
El miedo a un escenario como el santuario blanquiazul contrasta en el bando vigués con la motivación extra de sus tres ex futbolistas con pasado periquito: De Lucas, Catalá y Joan Tomás. Paco Herrera, que fue director deportivo del conjunto catalán, podría poner de salida a estos tres jugadores que sabe pueden contar con un plus para este choque.
La incógnita celeste es saber cómo se va a comportar en su primera partido como visitante en la competición copera. Hasta ahora todo lo que ha jugado en este torneo fue en Balaídos, pero no juega fuera en Copa desde que el pasado año cayó eliminado frente al Alcorcón. Si además se tiene en cuenta que las visitas célticas al Espanyol en este torneo han concluido siempre en derrota, las estadísticas inclinan claramente como favorito al equipo que juega en casa y que está en una categoría superior.
Sin embargo, la baza celeste está en su sensación de que tiene poco que perder. Su objetivo prioritario sigue siendo la Liga pero la posibilidad de arrancar el próximo año ante uno de los grandes del fútbol español pasa por su mente. En el fútbol abierto con rivales de categoría es donde siempre se ha manejado mejor, pero deberá ser muy intenso si quiere eliminar a un equipo que en su campo resulta muy poderoso. Esta vez los dos conjuntos minimizarán las rotaciones, y no como en la ida, porque antes de las vacaciones nadie tiene razones para reservas.