Trazan un plan de viabilidad basado en la recapitalización y la contratación de dos atuneros una vez fuera del concurso
11 ene 2012 . Actualizado a las 16:33 h.A falta de barcos en las gradas, Hijos de J. Barreras dirime su futuro entre consejo y consejo de administración (la media de convocatoria es de uno cada 15 días) y el de ayer resultó especialmente tenso. No podía ser de otra manera después de que los dos mayores accionistas, Grupo García Costas (propietario del 20 %) y Albacora (titular de otro 20 %) acudieran a la reunión con una auditoría que, según fuentes conocedoras del documento, «constata pérdidas atípicas no procedentes de los barcos».
El citado informe no estaba completo y no permitió pedir o depurar responsabilidades que, según fuentes del sector, apuntarían directamente al departamento financiero del astillero del que su presidente, José Francisco González Viñas, es propietario al 17 % y controla el 43 % de las acciones restantes. «No se ha pedido el cese de nadie ni hay pedida la dimisión de nadie. La semana que viene estará listo el informe y celebraremos una nueva reunión», explicaron fuentes del consejo, con lo que, a juzgar por los acontecimientos, el cisma entre los dueños del astillero sigue abierto.
Precio inferior
Además de la auditoría de cuentas inconclusa, sobre la mesa del consejo estuvo ayer el avance de un plan que deberá dar viabilidad al astillero, y que pasa por una recapitalización en la que entrarían Albacora, García Costas y dos nuevos socios. La carga de trabajo para salir adelante llegaría con dos atuneros encargados por Albacora, aunque tendrá que ser una vez que el astillero haya salido del concurso, para que los buques no entren en la masa liquidable.
El plan de viabilidad incluiría la necesidad de una condonación de las deudas que oscilará entre el 70 % y el 80 %. Los acreedores apostarían por Barreras en función de una hoja de ruta creíble, es decir, con la futura garantía de cobro.
Barreras fue hasta mediados del 2011 el primer astillero de España por volumen de toneladas contratadas y por cifra de negocio, y la séptima empresa con mayor facturación de Galicia, con cerca de 450 millones de euros. En julio del año pasado se acogió a la Ley Concursal y el informe de los administradores reveló una deuda de 72 millones de euros repartida entre 400 acreedores, de los que más de 300 son auxiliares.