El pasado viernes Dimitrios Papadopoulos se despedía de sus compañeros en las instalaciones de A Madroa. Sin embargo, la salida del delantero griego camino del Levadiakos de la Primera División de su país no se hizo oficial hasta ayer. Los flecos económicos para resolver la salida del futbolista hicieron que aunque la operación parecía cerrada la pasada semana, aún tuviese que limarse en estos días.
A pesar de que el 30 de junio termina contrato, el jugador se marcha cedido, por lo que todavía sigue estando vinculado a la entidad viguesa. El Celta ha querido ahorrarse parte de la ficha que el futbolista tenía en su último año de contrato, y de ahí que haya buscado una negociación desesperada. Papadopoulos no estaba dispuesto a marcharse perdiendo dinero, y la aparición del club griego ha sido fundamental.