El astillero plantea a los acreedores que le perdonen 76 de los 80 millones que les debe
24 feb 2012 . Actualizado a las 11:39 h.«Incendiaria». Es la calificación que le merece al comité de empresa de Barreras la propuesta que les presentó ayer el astillero como parte del plan de viabilidad de la factoría. Dicha propuesta incluye una reducción del 40 % de la plantilla, que pasaría de los 130 trabajadores actuales a 80; una bajada de salarios de entre el 21 y el 81 por ciento, en función de la categoría profesional, y una quita del 95 % de la deuda que se ha ido acumulando desde que el pasado mes de junio la empresa entró en concurso de acreedores, y que supera ya los 350.000 euros.
Pretenden asimismo que al menos el 80 % de la plantilla acredite, como mínimo, titulación de FP2, y que los que queden estén dispuestos a congelar el salario hasta el 2015. «Es una propuesta que atenta contra los derechos de los trabajadores», afirmó el presidente del comité, Sergio Gálvez, que añadió que ni siquiera van a entrar a valorar. «No discutiremos nada que implique una reducción de personal», dijo.
No descartan los representantes sindicales que la oferta que les hicieron ayer sea una mera estrategia de negociación, «una puesta en escena», por lo que confían que en la próxima reunión, prevista en principio para el lunes, las peticiones que se pongan sobre la mesa sean más realistas. «Claro que estamos dispuestos a arrimar el hombro para garantizar el futuro de Barreras, pero para hablar de colaboración es incompatible con poner despidos sobre la mesa», subrayó Gálvez.
Insistió en que no es la plantilla la que ha provocado la situación en la que se encuentra la factoría de Beiramar que, dijo, apenas representa el uno por ciento del gasto total. La parte del león, 70 %, se la llevan los materiales y el diseño, en tanto el 29 % restante corresponde a las empresas auxiliares.
Alrededor de medio centenar mantuvieron una concentración a la entrada del astillero durante las casi dos horas que duró la reunión del comité con el presidente y el vicepresidente de la empresa, José Francisco González Viñas y José García Costas, respectivamente.
Este último dejó claro que lo que habían tratado con ellos no era el plan de viabilidad del astillero, sino aquellos aspectos del documento que les afectan más directamente. «El lunes o el martes volveremos a reunirnos para matizar las cosas», señaló. Por su parte, González Viñas abandonó las instalaciones de la empresa sin hacer declaraciones. Alguno de los trabajadores presentes en la reunión señaló que también a esta había acudido como «convidado de piedra, incluso cuando en la exposición que realizó García Costas desgranó los desfases contables que ha desvelado la auditoría encargada por el propio García Costas y el tercer accionista mayoritario, Albacora».
Ya por la tarde, a los representantes de las 400 empresas auxiliares con las que Barreras mantiene una deuda que supera los 80 millones, les esperaba una sorpresa parecida a la de la parte social. Les plantearon una quita del 95 %, lo que implica que el astillero apenas les abonaría cuatro millones de euros.
Los representantes de los acreedores, aunque no ocultaron su contrariedad, eludieron hacer valoraciones hasta que se se reúna la asamblea que, dijeron, se convocará en los próximos días. A buena parte de las auxiliares se le adeudan pequeñas cantidades, aunque hay también muchas con números elevados para la cifra de negocio que manejan. La principal, con algo más de seis millones de euros es la de Federico Cervera.
García Costas que, además de accionista y vicepresidente es acreedor, subrayó que «el primero que está dispuesto a hacer un esfuerzo soy yo. Me deben cuatro millones y medio, pero Barreras necesita salir del concurso».