
Los célticos se mostraron impotentes para asumir riesgos
23 abr 2012 . Actualizado a las 11:23 h.El Celta recibe el segundo mazazo consecutivo en su lucha por el ascenso directo. Además, la derrota de ayer fue más producto de su ingenuidad que mérito del Hércules. El estadio Rico Pérez no hizo honor a su nombre, porque fue pobre en casi todo, desde el espectáculo ofrecido hasta las ocasiones creadas casi con cuentagotas y un marcador de los más exiguo. El final estaba escrito para no cantar ningún gol. Pero la zaga celeste prácticamente se inhibió cuando dos jugadores estaban tirados en el campo. Más pendientes de que el árbitro parase el juego que de interrumpir el avance de Míchel, quien se acomodó el balón y lo puso donde no suelen llegar los porteros. Si duda, fue la clave de un partido bastante anodino y con alternativas.
Comedido
Demasiados hombres detrás del balón
Durante casi toda la primera parte, el Celta estuvo metido en su campo, con demasiados hombres detrás de la pelota. Los célticos apenas daban dos pases, porque el siguiente ya perdían la posesión del esférico. Muy poco fútbol combinativo por parte del equipo de Paco Herrera. En estas circunstancias, el Hércules se hizo con el dominio del partido, pero sin apabullar al rival, como se limitaba a centros laterales, que terminaba despejando la defensa o bien anticipándose el guardameta.
Tímida reacción
Poco antes del descanso
El Celta recuperó la pelota en los últimos ocho minutos de la primera parte. Adelantó un poco sus líneas y se mostró algo más cohesionado en el medio campo. Así llegó una jugada bien trenzada entre Roberto Lago, Orellana y De Lucas, aunque no fructificó en el marcador. Sin embargo, un par de minutos antes, en una pifia defensiva del Hércules, dispuso de un balón de oro en el área el delantero Mario Bermejo, pero disparó mal cuando lo tenía todo a su favor.
Los laterales
Escasa incorporación al ataque
La baja de Hugo Mallo también se notó en el aspecto atacante, porque Oier estuvo bien en el plano defensivo, pero en los primeros 45 minutos apenas subió su banda. Lo mismo le sucedió a Roberto Lago, aunque en su caso se debió a que tuvo más problemas en defensa.
Sin dueño
Centrocampismo
Después de una tímida iniciativa del Celta, en los inicios de la segunda parte, merced a una mejor combinación en su juego, pronto aflojó y el partido se hizo anodino, con demasiado centrocampismo, como si los dos equipos ya diesen por bueno el empate.
El único gol
Grave error
La pasividad defensiva del Celta, que pecó de una gran inocencia, facilitó la victoria local, al no cortar un avance de Míchel.
Noqueado
Sin ambición
El Celta se quedó sin argumentos tras el gol del Hércules. Víctima de su propia impotencia, ni siquiera se decidió por asumir riesgos cuando ya todo estaba perdido, como si el ascenso no fuera con ellos. Estuvieron tan atenazados, que vuelve a dejar traslucir más dudas.
Peligra el resto del curso para Oubiña por una rotura de fibras
El capitán céltico Borja Oubiña sufre una posible rotura de fibras, a la altura del recto anterior del muslo izquierdo, y pendiente de una exploración definitiva en forma de ecografía, podría estar de baja entre cuatro y seis semanas, lo que en la práctica significaría perderse el resto de la temporada. El capitán incluso podría tener roto un dedo según ha trascendido.
El mediocentro céltico tuvo que ser sustituido en el minuto 65 y la primera exploración realizada por los servicios médicos celestes, a falta de las pertinentes pruebas que se le harán en los próximos días, apuntan a una posible rotura fibrilar en el recto anterior del muslo izquierdo. En función de los centímetros de la rotura se establecerá el tiempo de recuperación y sus pautas. Si se cumple lo desvelado por Paco Herrera, el equipo no podría contar con él hasta el mes de junio, en caso de tener que disputar el play off. La última lesión muscular del vigués había sido en la pierna derecha.
Por otra parte, al central David Catalá tuvieron que aplicarle seis puntos de sutura en la cabeza para sellar una brecha. El defensa barcelonés pudo continuar en el campo, pero luciendo un espectacular vendaje en su cabeza, después de ser atendido en el banquillo.
Además Andrés Túñez recibió un fuerte golpe en el cuádriceps izquierdo. Es el balance de lesiones de los jugadores célticos, tras el partido de ayer en el estadio Rico Pérez.
A ellos se une Hugo Mallo, pendiente de alta, y Jonathan Vila, que todavía tiene para casi un mes más.