«Son títeres del alcalde por votar su presupuesto».
Esa frase se la he copiado a quien más sabe sobre estos temas. El PP se la dedicaba al BNG el año pasado, cuando estos votaban el presupuesto de Caballero. O sea, cuando hacían lo que ellos hacen ahora.
«Vamos a investigar si el alcalde está pagando compromisos y favores oscuros», anunciaba el PP el año pasado, ante la votación, y disculpen que siga copiando frases. Se referían a que FCC iba a cobrar seis millones más por la recogida de la basura. En total, 27,2 millones. ¿Saben cuánto va a cobrar FCC con el presupuesto que el PP bendice? 27,2 millones.
«Es incomprensible el recorte en bienestar social», y es la última frase que plagio, lamentaba el PP. ¿Saben en cuánto se incrementa el presupuesto del 2014 en políticas sociales? En cero.
Pero todo tiene un contexto. El 2014 es distinto al 2013. Las cosas han cambiado. Es verdad que esas tres frases son elocuentes. Pero a veces los silencios explican más cosas. Veamos tres.
Cuando Carlos Príncipe denunció que Caballero había enchufado a 21 personas del PSOE, nadie negó ni un solo dato. ¿Qué hizo el PP? ¿Lo denunció con contundencia, pataleó, hizo una declaración institucional? No, con la honrosa excepción de una concejala que se saltó la norma del partido, el PP se calló
Cuando por primera vez en la historia la policía judicial entró en el Concello en busca de pruebas de corrupción, ¿qué hizo el PP? ¿Exigió dimisiones o, al menos, información sobre los expedientes investigados? No. Solo se calló.
Cuando los usuarios de Sereos, la semana pasada, protestaron porque el Concello los ha dejado tirados, ¿qué hizo el PP? ¿Protestó, de nuevo? ¿Se quejó? ¿Exigió que la nueva sede de Sereos figure en los presupuestos? No, solo se calló.
Títeres. Decían.
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