El índice de ocupación roza el lleno total mañana, día central de la feria, en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas de la ciudad
20 may 2014 . Actualizado a las 11:34 h.«¡Ojalá hubiera una Navalia al mes!». El deseo lo verbaliza Mariano Martínez, gerente de Ahosvi, la asociación que agrupa a los hoteleros de la ciudad. El sector prevé hacer un millón de euros de caja durante los tres días que dura la feria, una de las cuatro más importantes del sector naval en Europa, que abre hoy sus puertas en el Ifevi.
El índice de ocupación rozará mañana el lleno total, en tanto hoy y el jueves, a tenor de las reservas, estará en torno al 80 %, sobre todo en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas. También notarán el tirón, aunque en menor medida, los de dos y tres estrellas. Pese a esta situación, las empresas han renunciado a incrementar las tarifas para tratar de captar al mayor número de clientes posible. «Hay que enjugar los pésimos resultados del primer trimestre del año», dice Mariano Martínez, que asegura que «ha sido el peor primer trimestre de los últimos diez años».
Es una apreciación con la que coincide Delfina Cendón, propietaria de los hoteles Ciudad de Vigo y Axis: «Enero, febrero y marzo fueron malos, malísimos y la Semana Santa no fue todo lo buena que cabría esperar; ha sido en mayo cuando se ha empezado a notar más actividad», dice. También coinciden ambos en que Vigo carece de apoyo institucional en materia turística.
La ciudad oferta unas 3.000 habitaciones, que se reparten de la forma siguiente: un 40 % en hoteles de cuatro y cinco estrellas, otro 40 % en hoteles de dos y tres estrellas, y el 20 % restante en establecimientos de una estrella, hostales y hospederías. El gerente de Ahosvi considera que se trata de una oferta adecuada a la ciudad, si bien lamenta el escaso interés de todas las administraciones por involucrarse en su promoción: «Te entrevistas con los políticos, te escuchan y te ofrecen buenas palabras, pero luego no hacen nada».
En este sentido, recuerda que hace prácticamente un año que plantearon la creación de un observatorio de turismo, una herramienta, dice, fundamental si de verdad se quiere hacer un análisis sobre las fortalezas y las debilidades de Vigo en materia turística. «Seguimos esperando. El sector lo ha pasado francamente mal y entendemos que es una obligación institucional promocionar la marca Vigo», dice. «Nunca estuvo tan abandonado el sector como ahora», apostilla Cendón.
Los hoteleros, igual que el resto de los sectores empresariales de la ciudad coinciden en señalar que las comunicaciones son un hándicap. Por eso, entienden que, además de organizar congresos -«que está muy bien y, aunque en dosis cortas, nos insuflan oxígeno»- hay que garantizar que el aeropuerto funcione, que a los congresistas no les quede otra hora y pico de camino para llegar a destino cuando aterricen en Oporto o Compostela, y que la alta velocidad llegue cuanto antes, pero mientras eso no suceda, «hay que volcarse en promocionar el turismo de proximidad», defiende Martínez.
Los que no se atreven a hacer previsiones en relación con Navalia son los hosteleros, que dicen que cada vez se hacen menos reservas. «La gente viene sin reservar porque sabe que siempre hay mesas libres», afirman.