José Luis Orbaiz, que vivía en el centro de Vigo, estaba condenado a 7 años
26 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Los agentes de la unidad especializada contra el crimen y la delincuencia organizada del Cuerpo Nacional de Policía están siguiendo el rastro de un narcotraficante histórico, José Luis Orbaiz Quintáns, que presuntamente se ha fugado de su vivienda en el centro de Vigo.
Los agentes han recibido instrucciones de la comisaría después de que la Audiencia Provincial de Pontevedra emitiese una orden de búsqueda y captura.
Orbaiz tenía que haber ingresado en prisión recientemente después de conseguir dilatar su entrada en la cárcel por una condena. Pero los agentes no le han podido localizar en su último domicilio conocido, en la calle Pi y Margall.
Los hechos que le llevaron a ser condenado se remontan a seis años atrás. En agosto del 2008 fueron intervenidos en el puerto de Marín un total de 275 kilos de cocaína que viajaban ocultos en un contenedor del mercante Amanda. La cocaína tenía una riqueza del 73% con un valor en el mercado de casi doce millones de euros. Fue el colofón a meses de investigaciones por parte de agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil, que sentaron en el banquillo de los acusados a cuatro personas. Los investigadores consideran que desde el año 1997 hasta que fue detenido, Orbaiz transportó regularmente cocaína desde Sudamérica al puerto de Marín. El barco encargado de este transporte fue uno de la compañía CCNI que descargó en Marín el 19 de agosto de 2008. La droga llegó a este puerto a bordo de este buque, registrado en el puerto de Saint John y con bandera de Antigua, que cubría una ruta transoceánica con destino a la terminal pontevedresa y a otros puertos europeos. Antes de cruzar el Atlántico, el Amanda realizó varias escalas en puertos de Perú, Chile y Colombia.
El fiscal antidroga Uriarte solicitó inicialmente nueve años de cárcel y cuarenta millones de euros del multa tanto para Orbaiz Quintáns como para Miguel Ángel Torres Romero, su contacto en los países sudamericanos.
El juez consideró, por su parte, acreditado que, en las Navidades del 2007, los dos principales acusados iniciaron una serie de contactos para transportar un alijo de cocaína a Galicia, droga que sería introducida por el puerto de Vigo o por el de Marín. El modo que emplearon fue el conocido como gancho ciego, esto es, la partida de coca se camufla en un contenedor con mercancía legal. En uno de los contenedores fueron localizados los fardos ocultos en una docena de bolsas.
En el transcurso de la vista oral celebrada en el año 2013, el fiscal retiró los cargos a la única mujer encausada. Los otros imputados, Luis Fernando Cuesta Pérez, Miguel Ángel Torres Romero y José Luis Orbaiz Quintáns fueron condenados por la Audiencia de Pontevedra a penas de entre cinco y siete años y medio de cárcel. También les cayeron multas por un importe global cercano a los 36 millones de euros.
Luis Fernando Cuesta, odontólogo de profesión, se arrepintió de su participación en el transporte de droga e incriminó a sus compañeros de banquillo, de tal modo que se benefició de una atenuante de confesión. En cambio Orbaiz Quintáns recibió una pena de siete años y medio de prisión y le impusieron una multa de casi doce millones de euros.
La resolución fue confirmada por el Tribunal Supremo, cuyos magistrados desestimaron los recursos que interpusieron Torres Romero y Orbaiz Quintáns.
Pero Orbaiz no ha llegado a ingresar en prisión. Conoce bien las dependencias policiales y judiciales. Es hijo de un guardia civil que se pasó al otro lado de la ley y se convirtió en uno de los líderes del narcotráfico en Arousa. José Luis Orbaiz Picos, su padre, estuvo involucrado en importantes cargamentos de droga que fueron intervenidos por el juez Baltasar Garzón en la década de los 90.