El alcalde acusa al PP de alentar a algunos de los violentos y no pone fecha a la colocación del «Bernardo Alfageme» en la rotonda de Coia
27 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La rotonda de Coia, en la que el gobierno municipal pretende colocar la embarcación Bernardo Alfageme, se valló en la madrugada del día 24, Nochebuena, por cuestiones de seguridad, según justificó ayer el alcalde: «No puede haber gente paseándose en la rotonda porque es un riesgo para peatones y coches. La seguridad está por encima de unos pocos que la ponen en riesgo». Aseguró que colocar la nave en el Museo do Mar, como proponen algunos, sería mucho más costoso.
Una vez más, calificó a algunas de las personas contrarias a la instalación del barco de «extremadamente violentas» y sumó al PP a la lista de culpables. «Pregúntenle al PP si mueve a algunos violentos que andan por la rotonda», apuntó Caballero dirigiéndose a los medios de comunicación. Antes lanzó la advertencia de que el Partido Popular garantizó a algunos ciudadanos que podrían transitar por el medio de la glorieta.
La reprimenda al principal partido de la oposición municipal se viene a sumar a la dedicada días atrás a la CIG, BNG y Esquerda Unida, a los que considera también culpables de la oposición al barco y para los que ayer auguró que no van a obtener ni un concejal en las próximas elecciones. Una vez más volvió a burlarse del BNG, gracias a cuyos votos gobierna la ciudad al estar en minoría, por denominar cruce a la rotonda de Coia, que comparó con otras como las de Cibeles y Neptuno en Madrid.
El alcalde aseguró que, pese a las protestas, el Bernardo Alfageme se va a colocar en ese espacio, aunque se negó a responder en qué fecha y se limitó a decir que «mañana, pasado u otro día.... porque hay un clamor para ponerlo». Esto hace pensar que tendrá lugar por sorpresa para evitar que el conflicto se recrudezca y que se reproduzcan situaciones como la acaecida en el último pleno, cuando partidarios y detractores del proyecto protagonizaron un enfrentamiento verbal y lograron reventar la sesión por momentos. Tampoco quiso explicar Caballero si será necesario ampliar la rotonda para instalar la embarcación. En caso de que así fuese podría suponer un problema al dar lugar a continuos atascos de tráfico, como sucedió durante los días en los que ha permanecido con un carril menos de los habituales para tratar de ejecutar las obras. Tras los dos intentos fallidos debido a la oposición vecinal, el Concello aprovechó la tregua de las protestas en las fiestas para colocar una valla alrededor de la glorieta. Su altura es suficiente para impedir el paso y, por tanto, para evitar más acciones como las que han tenido lugar durante casi veinte días. Desde su instalación, la Policía Local custodia de forma permanente el vallado para evitar que sea derribado.