El Concello ejecutó la obra en un recinto declarado bien de interés cultural
23 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Realizar obras sin permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico en un recinto declarado bien de interés cultural puede tener consecuencias. Según ha sabido este periódico, la Xunta abrió diligencias previas para aclarar lo ocurrido en el parque de Castrelos, de titularidad municipal, donde hace varias semanas se asfaltó una pista hasta entonces de tierra.
En toda la zona verde, posiblemente la más importante de la ciudad, existía hasta ahora una sola vía asfaltada, la que atraviesa del parque desde la avenida de Castrelos hasta la Baixada á Costa y que lo divide en dos mitades. Este vial lleva muchos años asfaltado y está abierto a la circulación rodada, por lo que permite acceder en coche al pazo Quiñones de León.
Patrimonio se enteró de esta actuación por la denuncia presentada el pasado 26 de febrero por la Asociación Ecológica de Castrelos, una entidad ciudadana dedicada en exclusiva a vigilar el mantenimiento y la conservación del parque, y que ya en otras ocasiones ha chocado con diversos gobiernos municipales. Fuentes de la Xunta han confirmado que la investigación está en marcha y que podría estar cerrada en el mes de abril.
El asfaltado ha generado malestar entre usuarios que defienden el mantenimiento sin alteraciones de un recinto que ocupa 24 hectáreas y restringiendo al máximo el tráfico o incluso eliminándolo en su totalidad, y el temor de que la nueva pista sea utilizada por vehículos a motor aumentando la presión sobre el parque. En el plano político, solo el BNG se ha hecho eco de una obra que ha criticado, aunque no existe constancia de que finalmente la haya denunciado a Patrimonio como anunció su candidato a la alcaldía, Serafín Otero.
Por su parte, el alcalde se hizo de nuevas cuando días atrás se le preguntó por este asfaltado. Abel Caballero aseguró a los periodistas desconocer esta obra.
La primera noticia del asfaltado la dieron vecinos de la zona que acuden a Castrelos con frecuencia y que la calificaron de «innecesaria». Según declararon, «es absurdo que el Concello venga a echar alquitrán en uno de los pulmones verdes de la ciudad y donde además los coches pueden atravesar el parque de un extremo al otro. Es inconcebible», se lamentaba María del Carmen Castro. «Si tuviera que calificarlo de alguna manera diría que es una estupidez que no viene a cuento», le respaldaba Javier Estévez, una persona que acude habitualmente al parque a correr.
Precisamente, la presencia de vehículos en el interior de Castrelos fue en su momento objeto de polémica, aunque en la actualidad está bastante olvidada. De hecho, los gobiernos municipales de los años noventa declararon su voluntad de expulsar los vehículos del parque construyendo para ello un vial perimetral desde la avenida de Castrelos hasta entroncar con lo que ahora es la avenida de Arquitecto Palacios. El proyecto nunca fue adelante y la consecuencia es que los coches siguen circulando en su interior, aunque desde hace años solo en una dirección.
La obra puede ser una falta grave que la ley sanciona con multa de 60.000 a 250.000 euros
La investigación de la Xunta se centra en dilucidar si el Concello ha podido cometer una falta grave de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 91 de la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia, que data del año 1995 aunque posteriormente ha sido modificada. En su apartado H, califica como grave «la realización de cualquier intervención en un bien declarado o catalogado sin la preceptiva autorización de la consellería con competencias en materia de patrimonio cultural».
Si finalmente lo ocurrido se considera así, la sanción económica prevista en esta norma oscila entre 60.000 y 250.000 euros, además de la obligación de devolver la pista al estado anterior. O sea, eliminar el asfalto y reconvertirla de nuevo en un camino de tierra.
A la espera de lo que pueda ocurrir en este caso, la Asociación Ecolóxica de Castrelos trasladó el mes pasado al Concello su preocupación tras el anuncio de que se va a transformar el parque infantil situado en la zona más cercana a la avenida de Castrelos. Esta organización le pidió a Caballero «prudencia» tras conocer por los medios de comunicación que se ampliará este recinto hasta los 4.700 metros cuadrados y confía en que se mantenga el suelo de arena.
Hace cuatro años Caballero tuvo que dar marcha atrás a su intento de instalar en esta zona un parque temático pirata para niños que finalmente no fue autorizado por la Xunta.