«Siempre vamos a tener 'Klebsiella'»

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

El Cunqueiro empieza a analizar a todos los pacientes mayores que ingresan en críticos por si tienen la bacteria resistente

10 abr 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El problema de la Klebsiella pneumoniae no es que exista: está en el intestino. El problema tampoco es exactamente que cuando sale del intestino y llega a otros lugares pueda provocar infecciones. El problema es que esta bacteria es multirresistente a los antibióticos. Por eso, desde que en enero aparecieron los primeros casos en la uci del Hospital Álvaro Cunqueiro, el servicio de Medicina Preventiva intenta evitar que se extienda. Su jefe, Víctor del Campo deja claro que todos los hospitales van a tener que enfrentarse a ella. «No hay que preguntarse si vas a tenerla, sino cuándo».

-¿Qué es la Klebsiella?

-Es una bacteria que vive en el intestino de las personas y nos ayuda a protegernos de otros gérmenes y a hacer digestión. Si llegan a otro sitio, pueden producir infecciones. Suelen ser en el aparato urinario, por proximidad, o bien en pacientes con cuidados de catéteres, ventilación... En este caso hemos detectado resistencia a los antibióticos.

-¿Cómo empezaron a detectar la Klebsiella en los pacientes?

-Porque monitorizamos todas las infecciones que hay en el hospital, pero dedicamos más atención a los gérmenes resistente: porque da más trabajo tratarlos y porque muchas veces no causan nada pero puede ser fuente de infección.

-¿Su preocupación es que no se extienda o que no lleguen casos nuevos?

-Es imposible conseguir que no nos llegue. Los hospitales somos el espejo de la calle.

-¿Lo dice porque en este caso viene de fuera?

-Sí. Viene de fuera.

-¿Están seguros?

-Seguros. Viene de la calle. A veces no hay solo una fuente.

-¿En este caso es más de una?

-Es muy probable.

-¿Saben qué paciente la trajo?

-No. Sabemos quién fue el primero en diagnosticarse. Pero es muy probable que pacientes que son portadores sanos, en los que no se buscaron infecciones, la trajesen.

-¿Creen que vino de una residencia geriátrica?

-Los estudiosos dicen que las residencias geriátricas reúnen varias características para que se extienda más fácilmente: personas de cierta edad, con dificultades para asearse, donde las infecciones urinarias son más frecuentes, en locales pequeños...

-¿Se ha contagiado alguien dentro del hospital?

-Tenemos sospechas de que sí. Pueden ingresar por otras cosas, y que luego se detecte. Recibimos casi todos los días pacientes que tienen esta bacteria. Esto no requiere una acción puntual, como cuando tienes un brote. Requiere un cambio de mentalidad: hay un problema con esta bacteria, pero también lo tendremos con otras en el futuro, y cada vez en menos tiempo.

-¿Esto es un brote?

-Es una endemia: una situación que vamos a tener siempre. Un brote es algo puntual que va a desaparecer.

-¿Y esto no va a desaparecer nunca?

-Nunca.

-¿Siempre va a haber Klebsiella en el hospital?

-Siempre. Nosotros y el resto de hospitales, porque tenemos lo que hay en la calle.

-¿Esto no nos deja a los ciudadanos en una situación de indefensión?

-Todo lo contrario: el problema sería tenerlo en la calle y no saberlo. El problema sería tener casos de sida y no preparar dispositivos para atenderlos.

-Pero contraer el sida se puede evitar con los hábitos personales. Esto no.

-Sí se pueden hacer cosas. Las prácticas influyen en la transmisión. La higiene de manos es muy importante, sobre todo después de ir al baño. ¿Por qué se transmite en residencias? Porque el hábito de higiene se relaja en determinadas edades, y más frecuentemente en casos de demencia.

-¿En qué consisten las medidas preventivas?

-Tenemos un programa de despistaje. Hacemos un análisis a los pacientes que vienen de centros crónicos, con ingresos previos, con cursos antibióticos prolongados, de residencias geriátricas... y que van a unidades de críticos, para saber si tienen el germen.

-Pero entonces todo esto ha cambiado la práctica clínica: ahora, cuando viene un paciente tienen que saber si tiene Klebsiella.

-Sí. Es un elemento más. Pero como el VIH. Hace 35 años alguien tenía un accidente y a nadie se le ocurría pensar en si tenía VIH.

-Entonces ese programa de despistaje se queda para siempre.

-Ojalá le pudiera decir que no.

Víctor del Campo jefe de servicio de medicina preventiva del chuvi

«Un 4 % de nuestros pacientes adquieren una infección. Estamos al nivel de los mejores centros»

Del Campo vigila las infecciones nosocomiales, que son las que se adquieren dentro del hospital.

-Si la Klebsiella ha venido para quedarse y va a estar siempre ahí, ¿qué hay que hacer?

-Medidas de prevención y control rigurosas. Aun así, las infecciones nosocomiales no son evitables al 100 %. Solo el 44 % son evitables, según los estudiosos. Así que, si vamos a tener diez infecciones por Klebsiella, tenemos que aspirar a tener solo cinco, pero no es riguroso aspirar a tener una o ninguna.

-¿Cuántos pacientes de los que ingresan en el Chuvi adquieren una infección durante el ingreso?

-Un 4 %. Un tercio de ellas son urinarias, que en principio no son graves. Estamos al nivel de los mejores centros. Esto quiere decir que los sistemas de prevención y control funcionan.

-Entro en el hospital con una fractura de pierna y detectan que tengo Klebsiella. Cuando Traumatología me da el alta, ¿qué tengo que hacer en casa?

-Mantener las medidas de higiene personal correctas: uso de toalla personalizada y exquisito cuidado en higiene de manos después de ir al baño.

-Si el contagio es por contacto, ¿por qué se produce?

-Los propios pacientes a través de las manos, y probablemente en alguna ocasión también nosotros, la llevan a otros pacientes. La prevención al 100 % no existe. Aunque tomes las medidas correctas, nunca va a dejar de haber pacientes.

-¿Qué se hace con un portador?

-Controles. No está indicado el tratamiento de los portadores.

-La OMS lleva años alertando de las resistencias a los antibióticos. Usted se imaginaba que esto iba a pasar...

-El problema no es si va a pasar, sino cuándo. Esto es como si un hospital ve que en agosto no tiene ingresados de gripe y piensa: «No voy a tener gripe este año». Sí la vas a tener, pero no sabes cuándo.

«La uci ha reservado seis camas solo para este tipo de enfermos»

Dice el jefe de Preventiva que la Klebsiella afecta más a los pacientes de la uci por dos motivos: sus defensas son bajas y, además, como el germen se transmite por contacto con la piel, en la uci tienen elementos que rompen la barrera de la piel, como los catéteres o la ventilación mecánica.

-¿Cuál es la situación actual?

-Ahora [jueves] hay cinco pacientes en la uci. Tenemos seis camas en la uci 1 para agruparlos a todos y que sea más sencillo.

-¿Son camas reservadas solo para estos casos?

-Sí. La idea es facilitar las medidas preventivas. Agrupar a los pacientes en la misma área es algo que se recomienda en todos los manuales: cuanto más cerca tienes a pacientes que tienen lo mismo, más fácil es de implantar medidas preventivas.

-Y esto, imagino, lo hacen porque cuentan con que esta situación dure mucho tiempo.

-Me gustaría decirle que no, pero me temo que esa no es la respuesta que tengo que darle.

-¿Cuántos casos hay en el resto del hospital, en las plantas?

-Otros tantos. Pero van cambiando, se van a sus domicilios.

-¿Cuánta gente ha sido portadora desde que empezó esto, en enero?

-Los números cambian día a día, pero unos 35, entre infectados y portadores. También estamos empezando a detectar portadores que dejan de serlo, por ejemplo porque tienen un cambio en la flora intestinal.

-En la uci aíslan a los pacientes. ¿Qué se hace con los que dan positivo en planta?

-Medidas preventivas. Se hospitalizan ellos solos o con pacientes con las mismas circunstancias. Luego no siempre se puede.

-¿Alguno de los pacientes está ingresado solo por una infección por Klebsiella?

-No, todos ingresan por otra cosa. Muchos no tienen infecciones, son portadores sanos en los que la Klebsiella no modifica su curso clínico.

-¿Ha muerto alguien por la bacteria?

-Es difícil saberlo. Los clínicos nos comentan que no ven especial gravedad en los infectados o portadores.