Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Faemino le dice a Cansado que como en casa ni hablar

La Voz

VIGO

CESAR QUIAN

La pareja de humoristas explota como nadie la utilización de lo absurdo como método de trabajo

21 abr 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

«Cuenta todo lo que nos ha pasado, incluso lo que nos perjudica. Atrévete», reta Javier Cansado a Carlos Faemino durante el espectáculo Como en casa ni hablar, que llega esta tarde, a las 20.30 horas, al Teatro Afundación (desde 11 euros). «Incluso lo que nos perjudica», dice para sí Faemino. «Osa, osa», insiste Cansado. «Y si tú no osas, oso yo. Osa, osa», añade casi sin aguantar la risa. «¿Osa?», se pregunta el alto de los cómicos. «Es verbo, no es adjetivo. No es un sustantivo adjetivao; no digo, no seas osa», continúa el más bajo. «Ah, ¡qué es verbo!», responde Faemino. «Claro, es mi punto de vista con verbo», replica.

Lo absurdo como vía para conseguir arrancar risas es el método que Faemino y Cansado llevan desarrollando desde hace más de treinta años. La pareja de humoristas han prolongado el camino iniciado en su día por Tip y Coll, aunque en el presente caso el bagaje intelectual es un poco más pronunciado. Aun abundando en el absurdo, Faemino y Cansado mantienen en su forma de ver el humor un componente clásico que proviene del clow. La pareja está, aparentemente, formada por una persona que pretende dominar la situación, que es Javier Cansado, y otra, Carlos Faemino, que asume el papel antagonista. Incluso, se viste con ciertas similitudes.

«Claro, has usado tu punto de vista pero no está sustantivado», regresa Faemino. «¡Eeeeso!», asiente Cansado. «O sea, es verbo», ahonda el alto. «Pero en modo imperativo», añade el bajo. «¡Qué entretenido es el castellano! ¿verdad?», concluye Faemino, mientras el auditorio estalla en risas, que se contagian a la cara de Javier Cansado.

La leyenda de la pareja sitúa sus inicios en el mismo Retiro madrileño que también usaron como escenario otros cómicos de la época, como el recientemente fallecido Pedro Reyes y su amigo Pablo Carbonell. Al igual que estos dos cómicos andaluces, Faemino y Cansado también aprovecharon el trampolín de Un, dos, tres... Responda otra vez para darse a conocer y, de paso, empezar a promocionar los tirantes.

Pero el espaldarazo les llegó con una serie de dieciséis programas propios de aproximadamente media hora de duración, titulada El orgullo del tercer mundo. Y hasta ahora.