«The Telegraph» incluye las islas entre los 28 mejores parajes costeros sin masificar
26 may 2016 . Actualizado a las 00:49 h.La sección Travel del diario The Telegraph incluyó ayer a las islas Cíes en su sección de los 28 rincones marítimos más recónditos y secretos de Europa. Es un ránking elaborado por los viajeros y lectores que seleccionan lugares paradisíacos sin masificar. Los equiparan con balnearios naturales llenos de paz y tranquilidad. La repercusión mediática del reportaje ha sido instantánea pues, a media tarde de ayer, la galería de imágenes acumulaba ya 78.000 likes en Facebook.
Las islas Cíes entran en una liga en la que figuran selectas playas de la Costa Azul francesa, solo concurridas por millonarios con sus yates, o pueblecitos de la costa más desconocida del sur de Italia o Cerdeña, lo mismo que apartadas calas de Menorca, Algarve, Bretaña, la Costa Azul, Costa Brava o el País Vasco Francés. En este ránking, los viajeros han seleccionado siete playas españolas, entre ellas la viguesa y Viveiro, dos playas menorquinas y una de Cantabria. Menciona dos arenales del Algarve luso, una playa montenegrina, tres lugares de Turquía, cinco de Italia, seis de Francia y cuatro de Grecia. El lugar que preside el ránking es el pueblecito de Marina di Pisciotta, en Italia.
Las dunas viguesas son recomendadas por la escritora de viajes Annie Bennett, una enamorada de España que dedica todo su tiempo a visitar el país. «Los vigueses llaman a las islas Cíes el Caribe gallego o las Seychelles gallegas y pude ver por qué. Un grupo de niños estaban corriendo hacia la orilla, chillando cuando se sumergieron en el agua. La escena puede haber parecido tropical, pero el mar era obviamente muy refrescante, por así decirlo, recordándome que yo estaba de hecho en el noroeste de España. La gente de las Rías Baixas llega en barco en verano y algunas personas se tumban sobre la arena blanda, polvo, y no se mueven durante todo el día».
Blogueros de viajes
Los autores de blogs de viajes también han contribuido a difundir la fama internacional de las Cíes en los últimos años. Por ejemplo, Terri Fogarty, autora del blog Europe Up Close, titula su entrada sobre las islas viguesas como «Encontrando el Paraíso»: Otro bloguero, Trevor Huxam, que escribe A Texan in Spain se pregunta si realmente las Cíes es la mejor playa del mundo y la chequea. Elogia que esté protegida de la masificación por el cupo de 2.200 visitantes al día y alaba su arena fina y sus aguas verde turquesa. Los comentarios al artículo inciden en que es una playa lovely (encantadora) y el misterio de sus aguas verdes pero frías. Por su parte, Regina Winkle, bloguera de The Spain Scoop sostiene que este archipiélago es perfecto para llenarse de paz y amor.
El prestigio internacional de las Cíes saltó en el 2007 gracias a que el diario británico The Guardian elogió la playa de Rodas como la mejor del mundo. Un periodista de viajes que conocía Galicia le recomendó por su arena blanca y el mar cristalino. Otros prestigiosos medios pronto refrendaron esa elección. Al año siguiente, el periodista de National Geographic, Patrick Lynch, recomendó en el suplemento Travellers hacer una visita a este arenal. En el 2010, el rotativo romano La Repubblica admitió que las mejores playas no estaban en el Mediterráneo, elogiaba su cupo de turistas y volvía a resaltar sus aguas verde turquesa. Finalmente, Sally Peck, de The Telegraph, en el 2015, la incluía entre las mejores playas no masificadas de Europa. Ahora, se reafirma.
Menudo patrimonio
Hay quien se afana cada año en buscar récords de visitantes a las islas Cíes. Craso error. No es ni aconsejable ni positivo que vaya demasiada gente a las islas. Lo importante no es la cantidad, sino la calidad. Por eso hay un cupo diario de visitantes, porque es un espacio único a proteger. Y por eso la prensa internacional, como ha hecho «The Telegraph», ponen el acento sobre lugares paradisíacos que todavía no están masificados y que se pueden disfrutar en todo su esplendor. La joya del parque nacional es un patrimonio que debemos cuidar por encima de cualquier otra cosa. Midiendo bien cómo lo hacemos. Sin espumear.