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Vicky Vázquez ha participado en todas las promociones de ascenso disputadas por El Olivo
03 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La que El Olivo está disputando estos días -el domingo reciben al Seagull tras perder allí 1-0- es la sexta fase de ascenso de la historia del club. Y en esta, como en las cinco anteriores, hay una jugadora que repite: Vicky Vázquez. Es una de las capitanas y emblema del conjunto verde a la que la experiencia, admite, no le quita los mismos nervios que sintió la primera vez que luchó con su «equipo de toda la vida» por el sueño de Primera que en una de esas ocasiones, en el 2011, se hizo realidad.
«En cierto modo lo afrontas de una manera diferente porque sabes a lo que te expones, sabes de la dificultad de afrontar una fase y tienes más madurez. Pero la ilusión y los nervios siempre son los mismos», señala la futbolista viguesa. Resalta, asimismo, que cada fase de ascenso es diferente, no solo por el rival y el viaje que implique, sino también por el momento. Lo que coincide es el espíritu del equipo. «Ahora tengo alrededor a unas compañeras distintas, pero nuestra esencia siempre es la misma, ser muy cabezonas, tener las cosas muy claras e ir a por ello».
Se acuerda de todas las promociones, con sus fechas, sus rivales y las sensaciones que experimentó en cada una de las ocasiones. La primera fue en el 2008 y cayeron eliminadas por el Barcelona tras apear al Pozuelo. En el 2011 ascendieron -«fue sin duda uno de los días más felices de mi vida»-, y luego, de manera consecutiva, cayeron en la primera ronda ante Girona y Granadilla en el 2013 y el 2014, respectivamente. Ya el año pasado, fue la promoción más complicada tras dejar fuera al Femarguín y perder con el Oiartzun. «Había sido una temporada muy dura en la que se había dudado mucho de nosotras: que si no íbamos a ganar la liga, luego que si no íbamos a pasar la primera eliminatoria... Y al final lo acariciamos. Nos faltó marcar un gol».
Asegura que en esta nueva intentona no tienen pendiente la anterior, no les funciona de motivación extra por la espina clavada, o al menos no a ella. «Por una parte podría pensarse que sí, pero estoy tan centrada en los partidos y en las ganas de ascender que no es algo que se me pase por la cabeza». La plantilla está concienciada de que pueden lograrlo y ni siquiera necesitaron un tiempo para reponerse del revés de la ida. «En el autobús de vuelta ya íbamos diciendo: ?Esto en casa lo levantamos, esto así no va a quedar?».
Listas para la remontada
Vicky sabe que «es fútbol y puede pasar de todo», pero tiene claro que se ven capaces de remontar. «Lo hemos hablado mucho. Allí nos encontramos con el rival que esperábamos, que hace un juego muy directo y al que haciendo lo que llevamos haciendo toda la temporada podemos superar. La pelota no quiso entrar, pero en Navia, con nuestra gente y sin el viaje, que supuso un cansancio importante, podemos lograrlo», analiza.
Para Vicky volver a Primera con su equipo de siempre sería «un sueño, repetir algo que ya de por sí fue increíble en su día». Sus compañeras que viven su primera fase de ascenso o que nunca han jugado en Primera apenas le preguntan por ello. «No es necesario apoyarlas ni decirles nada en concreto, la ilusión de unas a otras se contagia sola y eso es lo más importante». Todas las integrantes del equipo, insiste, comparten nervioso y ganas de pelar. El domingo es el día.