La portavoz de la embajada de Israel en España cree que no debería negarse la condena del holocausto, como hizo el Parlamento gallego, para criticar al Gobierno de Israel
29 jun 2016 . Actualizado a las 14:00 h.Ha recorrido medio mundo explicando la visión de Israel respecto al conflicto en el que está inmerso su país desde mediados del siglo pasado. Ahora como portavoz de la embajada de Israel en Madrid Hamutal Rogel (Jerusalén, 1975) señala al BNG como una de las principales fuerzas políticas existentes en España contra su gobierno. «Tienen las puertas abiertas para dialogar», dice, después de asegurar que buscan propaganda y no ayudar a la población de Gaza.
-Acaba de visitar el Parlamento de Galicia que varias veces ha rechazado condenar el holocausto. ¿Ha preguntado por qué?
-Nos han explicado que conseguir un consenso sobre ello es complicado, pero el presidente me ha adelantado que cada año van a pasar una declaración de condena al holocausto el 27 de enero [el día internacional de recuerdo a sus víctimas].
-¿Entiende que haya partidos que rechacen apoyar esa condena?
-Puedo entender que haya gente que piense que condenar el holocausto tiene que ver con una crítica o un apoyo a Israel, pero no debería ser así. El holocausto es parte de la historia más oscura del ser humano, no tiene que ver con la crítica a un gobierno.
-AGE pidió que se suspendiese un concierto de la israelí Noa «por apoyar y justificar la colonización de Palestina». ¿Se encuentra Israel con ese tipo de vetos?
-El boicot no ayuda a llevar a las dos partes a una mesa de negociación ni empuja hacia la paz. Noa, que es amiga mía, es una activista de la izquierda israelí, se encuentra con sus homólogos artistas en el lado palestino y con el presidente Mahmud Abas. Ella llama a la paz y por eso es muy raro boicotearla o a un país. Puedes criticarnos, pero no hay crítica más dura hacia el Gobierno de Israel que dentro de Israel mismo.
-Tratar de convencer de que las razones de Israel son legítimas mientras que se ven imágenes de bombardeos a Palestina que suponen la muerte de civiles y niños resulta imposible.
-Soy madre. Niños y civiles muertos es una tragedia independientemente de las razones que las han causado. El problema es que las guerras del siglo XXI no son de un ejército contra otro y el sufrimiento de la sociedad civil lo vemos también en Afganistán, en Irak... porque luchamos contra organizaciones terroristas que no tienen ningún interés en proteger a sus civiles, como ocurre con los talibanes, Daes, Alcaeda, o como la organización terrorista Hamás. El reto es cómo hacer esa guerra sin que sufran los civiles de los dos lados.
-¿Por qué esa oposición de su gobierno a los barcos de ayuda humanitaria a Gaza, los barcos de la libertad, como se denominan en España?
-No. Así se llaman en Galicia.
-¿Por qué lo puntualiza?
-Hay mucha influencia que llega en eso de Galicia. Gaza está controlada por Hamás desde el 2006 y con ellos tenemos una guerra porque no reconocen el derecho de Israel a existir, no es cuestión ni de fronteras, ni de los asentamientos, es que no quieren que existamos. Desde Israel van cada día a Gaza 850 camiones con ayuda mientras que esos barcos trabajan más por propaganda que por ayuda humanitaria.
-¿Pero por qué dice que Galicia tiene mucho que ver con esas iniciativas?
-Hay activistas del BNG que están detrás de esos barcos de la propaganda contra Israel.
-¿Han hablado con el BNG?
-Intentamos hablar con todos, nuestras puertas están abiertas, pero no hay interés desde el BNG por escuchar nuestra posición.