Alega que «el aeropuerto permaneció operativo durante todo el día», a pesar de que se cancelaron todos los vuelos menos uno
21 dic 2017 . Actualizado a las 17:24 h.El aeropuerto de Peinador estuvo bloqueado el 10 de diciembre como consecuencia del paso por la ciudad de la borrasca Ana, que dejó en la ciudad más de 110 litros de lluvia por metro cuadrado y rachas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora. De las pistas de la terminal solo despegó un avión privado y otro comercial, el resto de líneas fueron canceladas o desviadas ese día por culpa del temporal. Los principales afectados fueron los pasajeros. Algunos fueron recolocados en vuelos de aeropuertos cercanos, otros tuvieron que viajar por carretera, motivo por el que hicieron llegar reclamaciones a Aena y a las aerolíneas.
A la queja del vigués José María Pernas, que pedía explicaciones por los motivos que llevaron a cancelar los vuelos en Peinador, la empresa que gestiona los aeropuertos nacionales respondió que «en ningún momento se prohibió el aterrizaje» y que los aviones que «cancelaron su maniobra lo hicieron ante la decisión del piloto», argumenta. Además, añade que «el aeropuerto permaneció operativo durante todo el día y con las infraestructuras aeroportuarias en perfecto estado de funcionamiento», puntualiza Julia Insua, del departamento de calidad de Aena.
Una afirmación que consideran oportuno matizar desde colectivo de controladores aéreos. «Si que houbo incidencias porque os avións non aterraron», sostiene la portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Susana Romero. No obstante, confirma la tesis de Aena de que son los pilotos los que deciden aterrizar o no en función de la información «en tempo real» que los controladores le transmiten al comandante en cabina. Pero desde la torre de control «non dan ningunha orde ao piloto», recalca Romero.
La responsabilidad de los comandantes la asumen también desde su propio sindicato. «El piloto, si ve que la situación es adversa, se desvía por seguridad», afirman desde el Sindicato Español de Aerolíneas Aéreas, y piden comprensión a los afectados. «Los pasajeros tienen que entender que es por seguridad, no es una decisión que se toma a la ligera», insisten.
Por ello comparten la argumentación que Aena hizo llegar al vigués afectado por la cancelación de su vuelo. «La decisión de los pilotos está basada en garantizar la seguridad de los pasajeros y como tal la respetamos», concluye la respuesta en la que señalan que «los vientos alcanzados ese día están lejos de lo establecido para el cierre del aeropuerto», rematan.
Los vientos cruzados y de velocidad cambiante, una amenaza para el aterrizaje de aeronaves
El aeropuerto de Peinador no solo sufrió el pasado domingo el azote de las potentes ráfagas de viento de la ciclogénesis Ana, el paso de la borrasca por el sur de la provincia generó un efecto bastante común en la terminal viguesa y que resulta fatal para el aterrizaje y despegue de aeronaves. Se trata del efecto cizalladura, una sucesión de corrientes de aire en distintas direcciones y velocidades que pueden provocar que los aviones se desequilibren a la hora de aproximarse a la pista. El efecto que produce sobre las naves es comparable al que padecen los coches en situaciones de aquaplanning. «Es bastante habitual en Vigo», confirman desde el sindicato de pilotos.
La orografía de Peinador supone un escenario perfecto para que se produzca este efecto, el viento procedente del océano rebota contra las laderas que bordean la pista viguesa y provocan un cóctel letal para el aterrizaje. «¿Por que algúns aterran e outros non? É unha situación moi cambiante, nun momento pode ser imposible e un pouco despois o fan sen problema, depende do tempo que poidan esperar, ou do combustible», contextualizan desde el sindicato de controladores aéreos matizando que «en los planes de vuelo siempre hay aeropuertos alternativos».
En su argumentación, Aena también hace referencia a este efecto que dejó a Peinador bloqueado el día 10. «Ni este ni ningún aeropuerto dispone de medios que puedan activarse ante vientos cruzados o fenómenos de cizalladura, que se dan en todos los aeropuertos», justifican a la vez que recuerdan que Peinador está equipado con medios que garantizan su operatividad en situaciones de niebla y fuertes lluvias.