Descargas eléctricas para bloquear la señal del dolor

m. otero VIGO / LA VOZ

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Povisa implanta un aparato en la médula espinal para impedir que el estímulo llegue al cerebro del paciente

16 jun 2018 . Actualizado a las 22:18 h.

La unidad del dolor de Povisa inicia la implantación de un dispositivo neuroestimulador para mitigar el dolor en pacientes con problemas agudos y crónicos que no pueden combatirse con otros tratamientos. Este sistema, que solo está disponible por el momento en otros tres hospitales españoles, tiene el tamaño de una moneda de cincuenta céntimos y se implanta en la médula espinal, a la altura de las cervicales o a nivel lumbar. La actividad de este dispositivo consiste en la emisión de pequeñas descargas eléctricas que bloquean la señal del dolor e impiden que llegue al cerebro del paciente.

Desarrollado por una de las empresas líderes en el ámbito de la ingeniería biomédica, este aparato supone una importante mejora respecto a dispositivos similares utilizados hasta ahora. La creación de Medtronic, bautizada como Intellis, es compatible con la resonancia magnética, lo que permite efectuar pruebas de este tipo sin que provoquen problema alguno en el sistema. Además, el paciente puede controlar el dispositivo de forma remota aumentando o reduciendo la estimulación eléctrica en función del dolor percibido. También el equipo médico, a través de tecnología bluetooth con solo aproximar una tablet, puede descargar información precisa sobre su funcionamiento, nivel de dolor, horas de neuroestimulación necesitadas o los movimientos del paciente.

Otro de los grandes avances que atesora este aparato tiene que ver con la batería. Tiene las dimensiones más reducidas del mercado y está capacitada para cargarse por completo en solo una hora. Su vida útil es de quince años, aunque puede prolongarse durante toda la vida del paciente si en la neuroestimulación se emplea un bajo voltaje. Hasta ahora, las baterías tenían que recargarse cada cuatro o cinco años siendo obligatorio intervenir al paciente para sustituir la pila. Al ofrecer esta tecnología, Povisa sigue posicionándose como hospital de referencia en tratamientos de dolor crónico.