
El arenal de Patos registró ayer los 15 y fue el arenal más fresco, según Meteogalicia
27 ago 2018 . Actualizado a las 12:45 h.A los arenales de la ría de Vigo les persigue la fama de tener aguas muy frías, pero no siempre es así. Este verano está siendo anómalo en este sentido. El mar en Samil llegó a los 25 grados a principios de agosto cuando lo habitual es que no supere los 18. Pero la llegada de vientos del norte está normalizando la situación y este fin de semana ya se esperan valores propios del Atlántico y no del Mediterráneo. Aun así, las diferencias de temperatura en el interior de la ría son notorias y hoy alcanzarán los siete grados, una oscilación que marca la diferencia entre no ser capaz ni de mojar los pies o no querer volver a la toalla.
El mar en la costa viguesa se mueve entre los 16 y 18 grados, los que presentó ayer la playa de Samil. Sin embargo, en el extremo exterior de la ría el agua rara vez supera los 16 grados, mientras que en la zona interior superó este verano los 24 grados, un registro más propio de Valencia que de Vigo. Pero, ¿cuál es la playa con el agua más fría?. Depende. Ayer fue la de Patos, en Nigrán, con 15 grados. Mientras que la máxima, de 19 grados, se registró en diversos puntos de la ría como en Baiona o Redondela.
La dirección del viento, las corrientes y los afloramientos condicionan la temperatura del agua en las Rías Baixas, que varía de forma notable a diario. Meteogalicia augura un desplome significativo de las mismas que volverá a acentuar las diferencias entre el exterior y el interior de la ría.
«Las diferencias son por el afloramiento, que es más intenso en el exterior de la ría que en el interior»
El principal responsable de la variación de temperaturas en el mar dentro de las ría de Vigo es el afloramiento, un fenómeno natural consistente en el ascenso a la superficie de aguas profundas y frías. Pero no es el único, la desembocadura del río Verdugo también genera diferencias entre la costa norte y la sur. «Las diferencias se deben principalmente al afloramiento, que es más intenso en el exterior de la ría que en el interior. De hecho, en la zona de San Simón no se da este fenómeno y en las Cíes, las condiciones son óptimas», explica Gabriel Rosón, catedrático en Oceanografía Física en la Universidad de Vigo, que sitúa al afloramiento como el culpable de esas variaciones de temperatura que llegan a alcanzar los siete grados.