Este sábado cumple veinte años la librería Versus, en la calle Venezuela, un negocio tradicional entre La Leyenda, el Contrabajo y el garaje Casablanca. Pocos metros más abajo, está El Corte Inglés, que empieza a ser también un comercio de los de toda la vida. El mundo se ha volcado de tal forma en Internet que ya cualquier mostrador en el mundo físico comienza a tener categoría de clásico.
En el caso de Versus lo es, sin ninguna duda. Porque sigue siendo una librería de referencia, donde todavía puedes entrar a que te recomienden una buena lectura. Lo hará Sabela, que ha leído mucho. Le puedes preguntar por algo para tu sobrino de nueve años o para tu tía de 82. Y hace búsquedas por aniversarios, situaciones y estados de ánimo. Siempre se le ocurrirá algo bueno que llevarte a casa. ¿Consigue lo mismo Amazon con su algoritmo? ¿Puede la inteligencia artificial mejorarlo? Y, sobre todo, ¿puedes con un robot quedarte a charlar unos minutos, en la clásica conversación informal de barrio?
Por eso es una gran noticia que mañana Versus llegue a las dos décadas. Porque cada año cierran cientos de librerías en toda España. Y los beneficios, según la Confederación de Libreros, están cayendo del orden del 15 % anual. Ante ello, podemos ser cínicos y decir que el mundo evoluciona. Que también les ha pasado a los medios de comunicación o a las agencias de viajes. Pero quizá este problema sea distinto. Que no sea puramente Internet. Sino que hace falta educar lectores. Que se están perdiendo. Y gente que valore las librerías de siempre, como Versus, que mañana cumple 20 años.